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'Sufrí de obesidad infantil”: Jennifer Andrade

  • Actualizado: 10 abril 2009 /

Los sueños que Jennifer Andrade tuvo de niña parecían ser imposibles de alcanzar, pero hoy, 20 años después, parece que esos sueños se están convirtiendo en realidad poco a poco.

Los sueños que Jennifer Andrade tuvo de niña parecían ser imposibles de alcanzar, pero hoy, 20 años después, parece que esos sueños se están convirtiendo en realidad poco a poco.

La sombra de aquella pequeña intimidada ante el mundo por su corta estatura y sobrepeso parece que nunca existió. Ella ha roto los esquemas con su determinación y ahínco y hoy, es una de las doce estrellas finalistas del famoso reality show de Univisión, Nuestra Belleza Latina.

La tercera edición de este controversial concurso en busca de una nueva estrella de la televisión latina tiene como fuerte competidora a una chica, hija de madre hondureña y padre mexicano y cuya hermana es la actual Miss Honduras EUA, Kenia Andrade.

'A pesar que no siempre lucí como me ven hoy, ni tuve la confianza de la que disfruto en el presente, en el fondo siempre supe que llegaría lejos', relata a Vivir en Rosa, quien desde ahora en adelante le sigue los pasos a este orgullo catracho.

Cuando era niña soñaba con convertirse en reina de belleza, pero para muchos eso era imposible por su altura y su peso.

'Durante mi preadolescencia llegué a pesar 155 libras. Tenía más de 50 libras de más lo que significa que sufrí de obesidad infantil. A los 12 años, al concienciarme del peligro que representaba para mi salud este estado y el gran obstáculo en mi carrera, cerré ese capítulo llena de determinación y entereza. Como dicen: 'Borrón y cuenta nueva'.

Jennifer, que soñó con ser famosa por sus encantos y talento, inició un nuevo capítulo en su vida, manteniéndose saludable, haciendo ejercicios diariamente, participando en más deportes como natación, fútbol, polo acuático y fueron tres años de entrega total hasta alcanzar el peso ideal para su altura y edad.

Gracias a su entereza logró la primera meta que se trazó: adelgazar y esculpir una figura que hoy es envidiable y que le hizo ganar unos centímetros de más en su estatura, ya que hoy se ve más espigada.

Chica proactiva

Nació en el este de Los Ángeles en el hogar formado por Ninoska y Martin Andrade, ella catracha y él, mexicano.

Creció en una comunidad mayormente latina, Huntington Park, un suburbio californiano y más tarde sus padres la llevaron a vivir a Downey.

Sus estudios educativos los realizó en Gallatin Elementary, East Middle School y Downey High School. Siempre se destacado como estudiante de honor y además, fue capitana del equipo de porristas, princesa de la ciudad de Downey, miembro de la organización de Rose Float con quienes hace voluntariado anual para construir una de las carrozas del famoso Desfile de las Rosas de Pasadena, California.

Jennifer también se distingue como miembro y voluntaria de Best Buddies, y socia activa participando cada año en el Revlon Run Walk para recaudar fondos para el cáncer en las mujeres.

'Yo soy en parte la imagen de la mujer latina que lucha sin parar, dedicada y enfocada hasta llegar a su meta sin importar los obstáculos', recalca.

Actualmente cursa estudios universitarios en la Universidad de California, Ucla. 'Mi propósito es convertirme en licenciada de comunicaciones y sueño con ser una presentadora y conductora de televisión', revela.

La chica, quien ha tenido elogios por parte de los jueces pese a no ser el prototipo de mujer esbelta que llega a los concursos de belleza, realiza muchas actividades extra-curriculares no sólo para mantenerse activa, 'sino también para motivar, incentivar y promover la autoestima en las mujeres'.

Jennifer, de recio temperamento, confiesa que 'no hay nada en esta vida imposible de alcanzar, si pones tu corazón, tu coraje y tu fortaleza en todo lo que hagas, estoy segura que se llegarán a cumplir todos los retos a los que te enfrentes'.

Recuerdos y ejemplo

Estar en Nuestra Belleza Latina, gracias a todos esos sentimientos que la motivaron a seguir por el difícil camino que escogió, es de verdad el mejor de los premios que ha obtenido a su ímpetu.

'Estoy aquí por todas las personas, especialmente las fabulosas mujeres latinas que han sido discriminadas por su peso. Siempre soñaba en ser reina pero la gente se burlaba de mí por ser gordita y chaparrita.

Hoy en día sigo siendo chaparra, pero ahora tengo un cuerpazo que lo he cuidado y estoy llena de confianza. No soy la reina ideal de belleza, pero nunca me voy a sentir menos que otra sólo porque soy la más pequeña'.

Jennifer es una de las fuertes aspirantes, debido a su entereza y poder en escenario, y aunque no posee una estatura superior al 1.70 m, tiene el carisma que ha conquistado a los jueces.

'Si yo pude alcanzar mis metas de modelar y participar en certámenes de belleza los demás también pueden alcanzar los suyos. La belleza es algo que se transmite por los ojos y es una combinación de carisma, seguridad y presencia. No es suficiente ser bella, hay que saber serlo'.