La bendición del padre Fernando Ibáñez en la iglesia María Reina del Mundo por la primera comunión de Antonella Kafati Santos fue motivo de fiesta.
Desde muy temprano los padres de la pequeña, Carolina y Enrique Kafati, llegaron hasta el recinto católico para que su hija recibiera el sagrado sacramento de la Eucaristía, luego de haber completado el ciclo de catequesis en el que Antonella reafirmó su amor a Cristo.
En medio de júbilo, los amigos y familiares de esta familia congratularon a la pequeña y luego se trasladaron hasta los salones del hotel Real Intercontinental, adornados con exquisito buen gusto por el decorador de eventos Gerardo Trejo.
El experto también hizo gala de su ingenio utilizando ramas secas y cintas con fina mantelería, lo que le dio un ambiente soberbio a la estancia.
El festejo
Ahí, en medio de música de violines y piano, aroma a rosas, velas y amenas charlas, se brindó por la felicidad y la próspera vida de Antonella, quien seguidamente se dispuso a jugar hasta el atardecer junto a sus amiguitos.
Para hacer más ameno el encuentro social, los asistentes fueron atendidos con un brunch en el que se sirvieron suculentos manjares.
La pequeña Antonella lució un delicado vestido de seda en tono blanco que escogió su madre para este inolvidable momento y que completó con una diadema de flores con la cual destacó sus rubios cabellos.
Los allegados de esta familia sampedrana se la pasaron de lo mejor y gracias al ambiente fraterno que imperó durante toda la tarde, la celebración culminó casi a las cinco.
Gratitud
La pequeña Antonella Kafati Santos se mostró muy agradecida con todos los amigos que llegaron a acompañarla en su celebración especial.