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Quemaduras, más vale prevenirlas

  • Actualizado: 18 agosto 2011 /

Hoy te decimos cómo actuar y qué no debes hacer para evitar daños mayores. ¡Toma nota!

    Una quemadura puede ser una lesión superficial en la piel capaz de regenerarse en una semana sin dejar huella; otra, provocar ampollas dolorosas que tardan hasta 14 días en sanar, pero tampoco dejan cicatriz; si es más profunda se puede infectar y sin dejar rastro aunque se controlen, y, lo más grave, puede afectar el espesor de la piel y solo regenerarse a través de injertos.

    Así de amplio es el espectro de daños causados por líquidos o metales hirvientes, fuego, exposición al sol, gasolina mal almacenada, calentadores, mal funcionamiento de equipos eléctricos, mal manejo de petardos y fuegos artificiales, refiere la página web MedlinePlus, de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos.

    Las vías respiratorias también pueden verse quemadas por inhalación de humo, vapor, aire sobrecalentado o vapores tóxicos, a menudo en espacios poco ventilados.

    La extensión y profundidad del daño causado dependerá de lo que haya afectado la quemadura, así como de la duración del contacto con él, señala la Fundación Michou y Mau en su página web.
    Las quemaduras menores, señaladas como de primer grado, suelen sanar sin tratamiento adicional. “Sin embargo, en el caso de quemaduras de segundo grado que cubran un área de más de 5 a 8 centímetros, o si el área quemada es en las manos, pies, cara, ingle, glúteos o una articulación importante se debe tratar como si fuera una quemadura grave”, recomienda MedlinePlus.

    Reacciones diversas

    Así como los daños dependen de qué provoque la quemadura, en la reacción a su tratamiento serán determinantes las condiciones generales de salud del afectado y la zona corporal que se haya visto afectada.

    Por ejemplo, un estudio realizado con pacientes del Instituto Mexicano del Seguro Social reveló que las personas obesas con quemaduras presentan más complicaciones y, por lo tanto, requieren de una prolongada estancia hospitalaria sobre todo si fue necesaria la intervención quirúrgica.

    “Los pacientes del grupo I (no obesos) requirieron de dos cirugías por paciente, mientras que los del grupo II (obesos) necesitaron tres cirugías por paciente”, señala el artículo publicado en la revista Cirugía Plástica. Los no obesos con quemaduras permanecieron en el hospital un promedio de 15 días y los obesos, casi 20 y su riesgo de muerte también fue mayor. “Además de sus complicaciones, las quemaduras pueden poner en peligro la vida, es por ello que los individuos con este tipo de lesiones se deben enviar inmediatamente a un hospital que atienda esta patología, ya que es necesario que se traten en forma adecuada desde la etapa temprana de la lesión”, recomienda la Fundación Michou y Mau.

    Las quemaduras alrededor de la boca, comunes en los niños menores de 2 años al succionar o morder un cable con corriente eléctrica, afectan de manera más frecuente las comisuras, junto con el labio superior o inferior.

    Además de contractura del tejido facial durante el proceso de cicatrización, los niños tienen un acceso oral limitado, un compromiso estético y otros problemas relacionados a la función de la boca, explican investigadores en la revista Perinatología y Reproducción Humana.

    “La rehabilitación del labio es una de las más difíciles de lograr, por su morfología y por las características de la musculatura perioral (...) Aunque muchos cirujanos realizan cirugías inmediatas para una reconstrucción labial, estas pueden producir los peores resultados”, advierten.

    En estos casos, la intervención de un odontólogo es muy importante.

    “Cualquier resultado, por bueno que sea, no tiene los alcances que brinda la prevención, la que sigue siendo nuestra mejor opción”, concluye el artículo.
    Cuando las afectadas son las vías respiratorias, al inhalar humo, vapor, aire muy caliente o emanaciones tóxicas, las quemaduras pueden ser muy graves, pues la inflamación de los tejidos quemados es tan rápida que puede obstruir inmediatamente el flujo de aire a los pulmones.

    ¡Pide ayuda!

    Aunque existen los primeros auxilios, es importante que las quemaduras sean tratadas por especialistas. Así es que nunca debes prescindir de la inspección médica si la quemadura es del tamaño de la palma de la mano o más grande, es de tercer grado o fue causada por sustancias químicas o electricidad.

    “Al administrar los primeros auxilios antes de recibir ayuda médica profesional, se puede ayudar a disminuir la gravedad de la quemadura”, indica MedlinePlus.

    La atención médica oportuna para quemaduras graves, especialmente en cara, manos, pies y genitales, puede ayudar a evitar la cicatrización, discapacidad y deformaciones. Si la persona quemada es un niño, de la tercera edad o tiene un sistema inmunitario debilitado también debe ser supervisada por profesionales médicos.

    Cuando la quemadura es aparentemente leve pero el dolor sigue presente después de 48 horas no espere más y asista a un servicio de urgencias. También si hay signos de infección, como aumento del dolor, enrojecimiento, inflamación, drenaje o pus de la quemadura, inflamación de los ganglios linfáticos, líneas rojas que se diseminan desde la quemadura o fiebre.
    Y si la persona quemada presenta signos de deshidratación como sed, piel seca, mareo, confusión o disminución de la orina.

    Di No a:

    -Aplicar ungüentos, mantequilla, hielo, medicamentos, cremas, aceites en aerosol ni cualquier otro remedio casero en las quemaduras graves.

    -Respirar, soplar o toser sobre la quemadura.

    -Tocar la piel muerta o ampollada.

    -Retirar la ropa pegada a la piel.

    -Administrar medicamentos por vía oral si hay una quemadura grave.

    -Sumergir una quemadura grave en agua fría, pues esto puede causar shock.
    -Colocar una almohada debajo de la cabeza de la persona si hay quemaduras de las vías respiratorias, porque esto puede cerrarlas.

    VALORES

    ¿Qué las causan?

    Las quemaduras pueden ser provocadas por:

    -Líquidos de baja densidad: agua o leche hirviendo.

    -Líquidos de alta densidad: atole, frijoles, aceite.

    -Flamazos: comunes en el hogar por los calentadores de agua.

    -Fuego directo: combustión de la ropa.

    -Ácidos: sustancias químicas empleadas en centros de trabajo.

    -Chispazos eléctricos: son ráfagas de fuego proveniente de una fuente eléctrica.

    -Arco voltaico o conducción eléctrica: cierre del circuito eléctrico con el cuerpo.

    -Combustión de hidrocarburos: gasolina o alcohol directamente en la piel.
    -Deflagración: combustión o explosión de pólvora o dinamita.

    Primeros auxilios

    Para quemaduras graves

    -Si la persona está envuelta en fuego, dígale que se detenga, se tire al suelo y ruede. Envuelva a la persona con un material grueso para apagar las llamas y rocíela con agua.

    -Cerciórese de que la persona deje de estar en contacto con materiales ardientes, pero no le quite la ropa quemada que esté pegada a la piel.

    -Cubra el área de la quemadura con un vendaje estéril, húmedo y frío (si lo hay) o una pieza de tela limpia.

    -No aplique ungüentos y evite reventar cualquier ampolla.

    -Si los dedos de las manos o de los pies sufrieron quemaduras, sepárelos con compresas secas, estériles y no adhesivas.

    -Tome las medidas necesarias para prevenir el shock: acueste a la persona, elevándole los pies unos 30 centímetros. Sin embargo, no coloque a la persona en esta posición si sospecha que hay lesiones en la cabeza, cuello, espalda o piernas o si esto hace sentir a la persona incómoda.
    -Observando los signos vitales hasta que llegue asistencia médica.