Miembros del Gobierno portugués y de otros países de habla lusa recibieron en el aeropuerto de Lisboa, junto a familiares, amigos e intelectuales, los restos de José Saramago, que recibieron honores militares.
Con un tratamiento propio de un dignatario del Estado, el féretro del único Nobel portugués fue trasladado a hombros por un grupo de soldados, ante una guardia militar de honor, desde el avión de las Fueras Armadas lusas que lo trajo de Lanzarote (España) hasta el vehículo fúnebre que lo traslada al Ayuntamiento de Lisboa.
Los restos de Saramago llegaron desde la isla española de Lanzarote, donde vivía desde 1993 y falleció ayer, acompañados por familiares y autoridades lusas.
En el avión enviado por el Gobierno de Portugal para repatriar el cadáver viajaron la ministra lusa de Cultura, Gabriela Canavilhas, la viuda del escritor, Pilar del Río, la hija del matrimonio anterior del Nobel, Violante Saramago, y otros familiares y amigos muy cercanos.
En el aeropuerto se habían congregado miembros del Gobierno luso y de Angola y Mozambique, personalidades políticas, entre ellas los dirigentes del Partido Comunista a cuya militancia se mantuvo siempre fiel el escritor, y numerosos intelectuales y amigos.
El traslado de los restos desde el avión al coche fúnebre se hizo en medio de un imponente silencio, ante la mira triste de los allegados al escritor y sin ceremonias especiales.
El cortejo fúnebre que acompaña el cuerpo del Nobel pasó lentamente ante la sede de la Fundación José Saramago de Lisboa, situada cerca del aeropuerto de Portela, en su camino al Ayuntamiento.
Allí le esperaban el Alcalde de la capital, Antonio Costa, y numerosas personalidades y autoridades gubernamentales a las que se suma hoy la ministra española de Cultura, Ángeles González-Sinde.
Mañana domingo se desplazará también a Lisboa la vicepresidente primera del Gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, para asistir a los actos en homenaje al escritor.
Los restos serán velados por amigos, familiares y autoridades en el Ayuntamiento lisboeta, donde se celebrará una ceremonia a la que está prevista la asistencia del primer ministro luso, José Sócrates.
Desde la Cámara Municipal lisboeta, ante la que se agolpaban ya hoy cientos de personas en espera del féretro, el cuerpo de Saramago será llevado el domingo al cementerio del Alto de San Juan de la capital lusa donde será incinerado.
Personalidades e instituciones de todos los ámbitos de la vida pública lusa continuaron hoy manifestando su tristeza por la muerte del escritor, entre ellos los partidos de la izquierda marxista lusa e incluso la Iglesia Católica, que pese a las polémicas obras del Nobel expresó también su pesar por el fallecimiento.
Fallece José Saramago
El escritor portugués y premio Nobel 1998 José Saramago murió ayer en su casa de Tías, en la isla española de Lanzarote, donde residía, tras una larga enfermedad a pesar de la cual se mantuvo activo casi hasta el final de su vida.
“Hoy viernes 18 de junio, José Saramago ha fallecido a las 12H30 horas en su domicilio de Lanzarote, a los 87 años de edad, a consecuencia de un fallo multiorgánico después de una larga enfermedad. El escritor murió acompañado de su familia, despidiéndose de una forma serena y plácida”, indicó la Fundación Saramago en un comunicado en su página web.
El director de la Academia Hondureña de la Lengua, el escritor óscar Acosta, lamentó el fallecimiento del escritor portugués, cuya obra calificó de “sólida y muy ejemplar”.
“Saramago fue un exponente de la literatura peninsular”, subrayó el poeta en declaraciones a Efe en Tegucigalpa.
Hambre de escritor
Saramago, nacido el 16 de noviembre de 1922 en la aldea portuguesa de Azinhaga, había pasado una noche tranquila. Tras haber desayunado con normalidad y haber mantenido una conversación con su esposa, comenzó a sentirse mal y al poco tiempo falleció.
José de Souda, que a los dos años se trasladó a vivir a Lisboa, era conocido por el apodo de su familia paterna, Saramago, que el funcionario del Registro Civil añadió tras su nacimiento.
Este hijo de campesinos sin tierra que emigraron a Lisboa abandonó el liceo a los 12 años para recibir una formación como cerrajero, un oficio que ejercería durante dos años.
Antes de dedicarse de lleno a la literatura, también ejerció como mecánico, editor y periodista, pero fue hasta 1947 cuando hizo realidad su mayor ilusión, la de ser escritor, publicando la novela “Tierra de pecado”. Entre 1966 y 1975, y tras un largo silencio, publicó los poemarios “Poemas posibles”, “Probablemente alegría” y “El año de 1993”.
Ideología
En 1969 se adhirió al Partido Comunista, en esa época clandestino, y participó en la Revolución de los Claveles del 25 de abril de 1974 que puso fin a la dictadura de Salazar.
Fue un escritor rebelde, de prolífica imaginación y cercano a América Latina, continente con el que tuvo a veces relaciones polémicas.
Durante toda su vida tuvo relaciones apasionadas, pero siempre controvertidas, con la Cuba de Fidel Castro. Cuando en 2003 se produjo en la isla el encarcelamiento de 75 disidentes y la ejecución, tras juicio sumario, de tres secuestradores de una embarcación, tuvo una primera reacción de muy moderado desacuerdo.
Sin embargo, poco después en una carta pública que tituló “Hasta aquí he llegado”, Saramago explicó ese mismo 2003 que “desde ahora en adelante, Cuba sigue su camino, yo me quedo. Cuba ha perdido mi confianza y ha defraudado mis ilusiones”.