06/12/2025
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Paul Rudd es pequeño para llegar a ser grande

  • 12 julio 2015 /

El actor protagoniza la primera versión cinematográfica de “Ant-Man”.

Los Ángeles, Estados Unidos.

El próximo papel de Paul Rudd no va a ser uno de sus más grandes. De hecho, casi con toda certeza, será el más pequeño que haga. Él es el protagonista de Ant-Man, un superhéroe que se encoge al tamaño de una hormiga para combatir al crimen.

“Cuando me seleccionaron como el Hombre Hormiga, la mayoría de la gente no lo podía creer,” señala Rudd, más conocido como actor cómico. “Después llegué a la casa y le dije a mi hijo de nueve años que iba a interpretar a un superhéroe: el Hombre Hormiga. Me dijo que yo no tenía onda para ser el Hombre Hormiga,” admite Rudd.

Pero ver para creer, y el joven Jack Rudd ha cambiado de opinión.

“Eso es lo que me encanta de este papel”, dice el actor de 46 años de edad. “Cuando mi hijo vio la versión preliminar de quedó asombrado. La expresión de su rostro al ver la cinta fue la mejor crítica. Cuando se encendieron las luces, él volteó a verme y me dijo: ‘¡Papá, eso estuvo sensacional!’”.

Foto: La Prensa

Rudd quedó encantado del traje rojo, plateado y negrodel “Hombre Hormiga”.
Trama

En Ant-Man, que se estrena en Honduras el jueves 16 de julio y en Estados Unidos el siguiente día, Rudd interpreta a Scott Lang, un ladrón y timador insignificante que es reclutado por el maestro científico Dr. Hank Pym (Michael Douglas) para que lleve a cabo un robo para salvar al mundo.

Lang se muestra escéptico al principio, aunque debe encontrar su propio héroe interno para realizar su misión y proteger a su hija de los tipos malos.

Basada en un cómic de Marvel, la película también cuenta con la participación de Judy Greer, Evangeline Lilly y Corey Stoll.

La respuesta en Internet a la designación de Rudd como Hombre Hormiga es comprensible, ya que él no es el clásico superhéroe del cine. Y eso, como dijo el director Peyton Reed, era precisamente el objetivo.

“Es una película bastante rara en un sentido sensacional,” explicó Reed en entrevista por separado, “y necesitábamos que nuestro héroe tuviera la capacidad de ser gracioso y rudo. Paul Rudd estuvo perfecto”.

Foto: La Prensa

Evangeline Lilly, Paul Rudd y Michael Douglas en una escena de la cinta.
Emocional

Por su parte, Rudd apreció que la película no girara exclusivamente en torno de piruetas acrobáticas para salvar al mundo.

“Más que nada, la motivación de Scott Lang para ponerse el traje de Hombre Hormiga es ayudar a su hija”, explica Rudd. “Para mí, la película depende de la historia del padre y la hija”.
Ese aspecto de la historia le llegó fácilmente a Rudd, que está casado con Julie Yaeger y es padre de Jack, de nueve años, y Darby, de cinco.

“Podemos tener una película con efectos maravillosos o con mucho humor... pero la idea de una relación padre-hija me llegó a un punto emocional. Esa relación es en lo que yo pensaba en cada escena”, dijo.

Foto: La Prensa

Paul junto con JulieYaeger, su esposa, y sus hijos.
Héroe de tradición

El Hombre Hormiga es uno de los personajes de Marvel de más larga tradición, habiendo sido uno de los Vengadores originales, pero nunca ha sido uno de los más populares.
No siendo experto en cómics, Rudd admite que el nombre fue nuevo para él: “De chico ni siquiera conocí al personaje del Hombre Hormiga”.

“Antes de empezar a rodar, me leí todos los cómics y traté de investigar un poco. Mi meta era meterme en la mentalidad del Hombre Hormiga lo mayormente posible”.

Rudd también quiso meterse en la condición física del Hombre Hormiga, lo que requirió algo de trabajo a un actor más conocido por sus comedias románticas que por filmes de acción.

“Me clavé en el entrenamiento”, recuerda, “pues quería sentir que sí podía interpretar este papel. Quería sentir esa fuerza que se necesita para salvar la situación. Disfruté poder hacer esos saltos de tigre y esas vueltas, ya que sí quería hacer algunas de mis propias acrobacias”.
No obstante, el actor admite que mostrar su nuevo físico ante las cámaras fue menos atractivo.

“Me sentía muy cohibido”, afirma Rudd, dejando caer la cabeza. “Hay una escena en la que se suponía que tendría los músculos marcados y le muestro al público hasta qué grado estaba marcado”. “Ese día, mi almuerzo fue una almendra; pero aun así me sentía hinchado”, cuentra Rudd con una sonrisa.