17/07/2025
01:58 PM

'Nunca tomé clases de teatro ni actuación”: Owen Wilson

  • 08 junio 2013 /

“The Internship” es la nueva película que el hermano de Luke Wilson promociona en EUA.

    Mientras las admiradoras “guglean” el nombre de Owen Wilson, en Internet, para enterarse un poco más sobre su vida, nosotros viajamos especialmente hasta las oficinas centrales de Google en San Francisco, para entrevistarlo. Después de todo, es ahí donde transcurre la nueva comedia The Internship. Y nada mejor que Google para conseguir las respuestas de nuestras preguntas en vivo.

    - ¿Si tuvieras que elegir el tatuaje de una palabra que mejor te define, qué palabra elegirías?
    - Tengo un tatuaje, que dice Luck (Suerte), me quedaría con ese. Soy descendiente de irlandeses, y creo bastante en la suerte.

    - ¿Es cierto que nunca quisiste ser actor? ¿La suerte tuvo mucho que ver en ese sentido?
    - Puede ser... yo nunca tomé clases de teatro ni actuación. Nunca tuve la opción. En Dallas, Texas jamás podía soñar con trabajar en cine, hubiera sido una ambición ilógica.

    - Pero abriste la puerta de Hollywood... escribiendo un guión de cine ¿Cómo fue que te decidiste por la actuación?
    - Bueno, yo había escrito un guión con mi compañero de cuarto, Wes Anderson, en Austin. Y él quiso que yo interpretara este personaje, con mi hermano (Luke Wilson), en un cortometraje. Y cuando tratamos de vender el guión, con aquel cortometraje, cuando lo compró James Brooks imaginé que no iba a querer buscar otros actores. No éramos actores de verdad, pero James quiso usarnos. Y después empecé a conseguir más trabajos como actor. Estoy seguro que si hubiese tenido que ir a Los ángeles a tomar pruebas de audición, no creo que hubiese tenido nada de éxito.

    - ¿Por qué?
    - Por los nervios... aunque vi el proceso de audiciones cuando hice con James Brooks As good as it gets. Los actores llegan para leer parte del guión y todos parecen muy nerviosos, están bastante incómodos. Es algo muy poco natural. Si yo tuviera que dirigir una película, preferiría ir a cenar con esa persona, para ver si realmente tienen lo que yo busco en el personaje.

    - ¿Es verdad que James Brooks pagó cinco millones por la película de tu guión, que ni siquiera recaudó un millón de dólares?
    - No creo que ni siquiera haya llegado a recaudar esa cifra. Me sorprendería si supiera que recaudó medio millón de dólares. Y creo que la producción terminó costando todavía más, seis o siete millones de dólares.

    - ¿Dejaste de escribir para siempre?
    - Me gustaría volver a escribir, porque con la actuación dejé de ejercitar ese músculo, aunque siempre trato de agregar algún diálogo que pueda ayudar a mi trabajo. Pero es diferente sentarse a escribir algo desde el principio al fin. Hace tiempo que no lo hago.

    En Dallas, Texas, Owen Cunningham Wilson nació el 18 de Noviembre de 1968, rodeado de una artística familia. La madre, Laura, era fotógrafa y el padre, Robert, un ejecutivo de publicidad. Acostumbrado a meterse en problemas desde muy joven, a Owen lo expulsaron de la escuela St Mark de Texas en el décimo grado y trataron de corregirlo en una academia militar de Nuevo México, cuando terminó la escuela secundaria. Para cuando se inscribió en la Universidad de Texas, en la ciudad de Austin, Owen se hizo amigo de Wes Anderson y así fue como juntos escribieron aquel guión de Bottle Rocket que un amigo de la familia se lo pasó a un productor que a su vez consiguió que James L. Brooks decidiera llevarlo al cine. Y aunque la película fue un completo fracaso, resultó ser la gran razón de la mudanza de Owen a Hollywood, para encontrar su camino al éxito, además de los famosos romances con Sheryl Crow, Demi Moore o Kate Hudson. Por eso también sorprendió tanto, cuando tuvo a su hijo Robert, con una completa desconocida llamada Jade Duell.

    - En la película The Internship, tu personaje insiste bastante en conquistar a una ejecutiva de Google, a pesar de los continuos rechazos ¿En la vida real insistirías tanto por conquistar una mujer que te gusta?
    - No, si me cierran la puerta no vuelvo más (risas), aunque algunas veces, puedo llegar a volver si una chica me rechaza y deja una leve esperanza para seguir intentando. Pero yo no soy la clase de persona que insiste, me vuelvo bastante sensible si noto que no le intereso a una mujer.

    - ¿Ayuda la fama a nivel personal? ¿Cuándo fue la última vez que aprovechaste tu fama, para tu propio beneficio, fuera del trabajo?
    - Cuando estuve en París, en el hotel querían ser tan amables conmigo que pasaban la película Midnight in Paris, una y otra vez, sin parar. Los quería matar, pero fueron tan buenos que me consiguieron la única habitación del lugar donde podía ver la Torre Eiffel desde la cama. Y verla desde ese ángulo, fue realmente asombroso. Era hermoso, también bastante frío porque nevaba, pero valió la pena.

    - ¿Qué estilo de trabajos tuviste antes de ser famoso?
    - Tuve un trabajo como asistente en una firma legal, cuando era jovencito. Y en la época que estudiaba en la Universidad, tuve otro trabajo de becario, en el Dallas Times Herald, un periódico que ya no existe.

    - ¿Te atreves a contar cuánto te pagaban?
    - No me acuerdo bien, pero debo haber cobrado cuatro o cinco dólares la hora, nada más. Wes Anderson siempre contrata principiantes así, creo que de ahí sacaron la idea para la película The Internship, por unos asistentes que Bill Murray usa, sin pagarles (Risas).

    Con un estilo bastante parecido a la película Wedding Crashers (que recaudó 275 millones de dólares), en The Internship, Vince Vaughn y Owen Wilson también personifican dos buenos amigos que en lugar de una boda, entran a Google para buscar trabajo. Literalmente en Google, las oficinas principales en San Francisco, donde tienen que competir con la inteligencia de una generación más joven, para encontrar una nueva oportunidad, después de haber perdido el trabajo como vendedores de relojes de lujo, que hoy son reemplazados por los teléfonos celulares.

    - ¿A qué te dedicarías si Hollywood cerrara las puertas y el cine fuera reemplazado por los videojuegos?
    - Probablemente iría a Google, para aprovechar las conexiones que hice durante el rodaje de nuestra película, a ver si me tiran un hueso o me contratan. Es gracioso porque me acuerdo que una vez fui a Pixar y se parecía bastante, la gente anda en skates, juega al ping pong. Y en Google es igual. Parece ser un lugar soñado para trabajar, porque como Pixar, tienen una idea diferente en la forma de manejar los negocios.

    - ¿No te preocupa para nada el lado dominante de Google, que tiene entre sus manos tanta información sobre nosotros?
    - Sí, supongo que el tema de la privacidad puede preocuparle a cualquiera, pero la gente de Google que yo conocí tampoco parece ser tan siniestra (Risas). No sé, a lo mejor son buenos actores.

    - ¿Alguna vez buscaste tu nombre en Google, en Internet?
    - Sí.

    - ¿Alguna historia fascinante que no esperabas encontrar?
    - Tampoco busco mi nombre, por historias así. Desde que tuve un hijo, cuando voy al estudio, si hay algún paparazzi le saca fotos. Y las veo en Internet porque las busco en Google.

    - Después que vimos la película, busqué el nombre de Vince Vaughn en Google, solo por curiosidad y en la primera página, apareció un artículo donde lo daban por muerto, ese mismo día, por un accidente de Jet Ski ¿Cómo reaccionas cuando ves ese estilo de noticias?
    - Mark Twain tiene una buena frase para este caso “Los rumores de mi muerte están un poco exageradas”. Estuve con él toda la mañana, así que está bastante vivo.

    - ¿Y qué opinas sobre la diferencia generacional que plantea The Internship ¿A tu edad notas esa misma diferencia, en la realidad?
    - Sí, lo noto con ciertas películas como la nueva sobre la homosexualidad de Liberace. Es muy buena. Michael Douglas y Matt Damon están geniales. Cuando la vi, me acordé de la historia de Rock Hudson en los años 80 y unas amigas que estaban conmigo ni siquiera lo sabían, porque no habían nacido todavía. Es gracioso hablar de algo que uno recuerda tan bien, con alguien que nunca lo vivió.

    - ¿La década de los 80 es la que mejor te identifica?
    - No tanto en la moda, pero en la música o la radio, sí. Cierta música de los 80 que escucho hoy, me da muchísima nostalgia. Es un poco como la película Midnight In Paris donde el paso del tiempo puede representar algo importante para una generación, aunque Woody Allen lo describe mucho mejor que yo.

    - En The Internship bromean bastante sobre la película Flashdance y en esta misma época, justo se cumplen 30 años de aquel estreno...
    - Increíble. ¿Dónde voló todo el tiempo que vivimos?

    - ¿Te gustaba ese estilo de cine de los años 80s?
    - Me acuerdo de haber visto Flashdance, aunque no creo que pueda ubicarla entre las diez películas que más me gustan (Risas).

    - ¿El avance de la tecnología también ayuda a marcar la diferencia generacional?
    - Yo mismo me sorprendo con la actitud de mi hijo.

    - ¿Pero no es demasiado chico? ¿Qué edad tiene?
    - Tiene dos años y medio, pero ya da vuelta a las páginas del ipad con el dedo. A lo mejor, soy la clase de padre que no quiere que su hijo aprenda a leer porque quiero ser mejor que él. (Risas) Debería alejarlo de los avances tecnológicos para poder gritarle “¡Nunca vas a ser mejor que tu viejo!” (Más risas).

    - ¿Ves al mundo con otros ojos desde que tuviste un hijo?
    - No. No veo ninguna diferencia, sigo viendo todo de la misma forma que antes. La gente me lo pregunta todo el tiempo, ¿Cuánto cambió tu vida desde que tuviste tu bebé? Y yo no noto ninguna diferencia.

    - ¿Ni siquiera ves el mundo desde una perspectiva diferente, imaginando cómo será cuando crezca tu hijo?
    - No, supongo que debería decir que todo cambió, pero significaría que antes era todo malo y ahora es diferente. Creo que sigo siendo la misma persona de siempre.