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Mujeres, la gran fuerza

  • 20 marzo 2011 /

Las estadísticas indican que el área de mayor índice ocupacional es el comercio al por mayor y menor, además de hoteles y restaurantes donde se emplean unas 429,454 mujeres.

    Las estadísticas indican que el área de mayor índice ocupacional es el comercio al por mayor y menor, además de hoteles y restaurantes donde se emplean unas 429,454 mujeres.

    La mayoría de éstas son jefas de hogar y aquellas que tienen esposo contribuyen con el 50% del ingreso familiar.
    Hasta enero de 2011, específicamente en San Pedro Sula, hay contabilizadas más de 120 mil mujeres que forman parte del mundo laboral.

    El índice de féminas ocupadas ha incrementado en los últimos años y éste sigue creciendo con el desarrollo de diferentes proyectos empresariales.
    Salen a la búsqueda

    Con la esperanza de agenciarse una plaza y mejorar su situación económica, cada mes acuden al Ministerio de Trabajo unas 1,500 mujeres, dijo María de los ángeles Posso, oficial de Colocación en San Pedro Sula.
    Desde peritos mercantiles, experimentadas en atención al cliente, secretarias y hasta ingenieras, salen cada día con currículo en mano para lograr una vacante.

    Yorleni Reyes viajaba casi a diario desde Búfalo, Villanueva, adonde ella reside, hasta San Pedro Sula a visitar empresas y agencias de colocación, donde dejaba su currículo con la visión de alcanzar una oportunidad.

    Llevaba un año sin trabajar; pero hace dos semanas mientras visitaba una vez más la Secretaría de Trabajo, la suerte le sonrió y fue clasificada para ocupar una vacante en una empresa corredora de seguros.

    Reyes comparte con LA PRENSA su alegría por su nuevo empleo, ya que ahora puede ayudar a su familia con los gastos del hogar y continuar con sus estudios profesionales.

    Mujer, trabajo y familia
    Generar un balance entre el trabajo y la familia es una ardua labor que la mujer debe manejar a diario. Con variaciones de horarios, cantidad de hijos o inclusión de otros miembros de la familia, como maridos y abuelos, una jornada normal de una madre trabajadora suele transcurrir muy ajetreada.

    La maternidad sigue siendo una aspiración que comparten muchas mujeres; pero tras siglos de desigualdad y sumisión también quieren ser reconocidas y brillar en su profesión.

    La escritora argentina Laura Gutman aborda éste y otros temas relacionados en libros como “La maternidad y el encuentro con la propia sombra”.

    “Las mujeres estamos buscando nuevas maneras de vivir libremente, después de siglos de sometimiento económico y sexual hacia el varón, y en estas búsquedas estamos pagando precios caros. Hasta ahora, por falta de entrenamiento histórico, estamos intentando adquirir autonomía en «términos masculinos»”, señala.

    A menudo hay un precio a pagar: menos salario e incluso un menor reconocimiento por parte de la empresa, que considera que esa trabajadora no tiene el mismo “compromiso” que un par varón. Y ahí pierden todos: la mujer, los hijos, pero también el hombre.

    “En primer lugar, creo que nos compete a todos, hombres y mujeres, comprendernos más, saber de qué historias de desamparo emocional provenimos para saber por qué tenemos tan poco para dar y por qué exigimos mucho a los demás”, dice Gutman.

    Uno de los principales desafíos es, por tanto, que las mujeres no perdamos el terreno y la confianza ganados; pero recuperemos también las instancias propias que quedan a menudo relegadas y que no figuran precisamente en el “top ten” de reconocimiento social: el silencio, la introspección, la intuición, los tiempos lentos, la maternidad.

    Entre las recomendaciones es que nunca diga que no se pueden hacer las cosas, digan cómo sí se pueden hacer, además trabajen para demostrar que merece ascender y sobre todo piense siempre antes de hablar. Una mujer cautelosa y medida puede llegar al éxito que siempre ha soñado.