Te decimos cómo sacarle provecho a tu cosmetiquera y así maquillarte a tu estilo... así ahorraras dinero en esta cuesta de enero.
¿Qué puedes hacer si se te acaba la base de maquillaje?
Recurre al corrector fluido. Si no es de un tono demasiado claro, puedes emplearlo suavemente solo en las zonas más necesarias (no en todo el rostro), como bajo los ojos, alrededor de la nariz y sobre pequeñas imperfecciones. Después puedes fijar con una pequeña cantidad de polvos.
Los polvos sueltos funcionan en caso de no tener corrector o de que este sea demasiado claro, emplea una fina capa de polvos sobre la piel con el objetivo de matizar brillos.
¿Y si te quedas sin un color de sombra de ojos que necesitas?
Utiliza lipstick. Como emergencia, las barras de labios clásicas también pueden ayudar a dar color a los párpados, pero su duración es menor que si se emplean productos específicos. Escoge el color que más te guste de entre las barras de labios que tengas y aplícala con el dedo o con un pincel sobre el párpado (nunca directamente) y difumina bien. Si la barra de labios es demasiado grasa, puedes fijarla aplicando una fina capa de polvos o, sencillamente un pañuelo de papel para absorber el exceso de grasa.
También la base de maquillaje y el colorete funcionan sobre los párpados o incluso el blush.
¿Y para maquillar los labios?
El delineador de labios es el principal sustituto de la barra de labios. Lo primero es trazar (perfilar) los labios suavemente, sin pronunciar demasiado el trazo, para después rellenarlos de color. Es muy sencillo. Si además deseas dar un acabado jugoso y no dispones de gloss, emplea un poco de vaselina y conseguirás un efecto similar.
La barra de labios clásica también puede ser tu aliado. Hay momentos en los que se necesita que la barra dure mucho y si no dispones de una barra de labios de larga duración, puedes alargar el color en los labios aplicando una primera capa de color, a continuación la secas con un pañuelo de papel (presionando los labios con el pañuelo entre estos) y aplicas una segunda capa.
Mientras que para las mejillas puedes utilizar sombras. Siempre podemos dar un toque de rubor empleando una barra de labios clásica o un tono de sombras adecuado (beige, marrón, rosado).