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Madre e hija quieren ser como Katie Price

  • 27 agosto 2015 /

Las mujeres han gastado más de 56 mil dólares en operaciones para ser como su ídolo.

México.

Una madre y su hija están tan obsesionadas con Katie Price que no les ha importado gastar más de 56 mil dólares en operaciones para tener similitudes con su ídolo.

Georgina Clarke, de 38 años, y Kayla Morris, de 20, han entrado en repetidas ocasiones al quirófano, en las cuales se han puesto implantes de pechos hasta inyecciones de bótox en los labios.

'Mi madre es mi mejor amiga y la cirugía plástica es nuestra forma de unión. Cada vez que entramos al quirófano nos acercamos más al aspecto de la modelo', contó la joven, quien consiguió a un hombre millonario para que siga solventando los gastos de las dos.

Georgina compartió que está muy orgullosa de su hija porque ha buscado la forma en que le pague las cirugías; entre sus planes a futuro está que se vuelvan a aumentarse la talla de senos, levantarse los glúteos y perfeccionar su nariz así como incrementar el volumen de sus labios.

'Estamos un poco más cerca el aspecto de Katie Price, pero no tan cerca como nos gustaría'.

¿Quién es Katie Price?

Katie Price, nacida el 22 de mayo de 1978 en Brighton (una ciudad situada en la costa sur de Inglaterra) es una modelo de glamour inglesa, personalidad de televisión, cronista de sociedad en diversas revistas y una mujer de negocios. Su vida personal figura con regularidad en los tabloides británicos y revistas del corazón. Está divorciada del cantante de pop Peter André y tiene tres hijos.

Es llamada la 'Pamela Anderson' de Inglaterra y en junio de 2001 se postuló como candidata a las elecciones generales del Reino Unido prometiendo implantes de pecho gratis, playas nudistas y quitar las multas por estacionarse indebidamente, al final sólo obtuvo un 1,2% de las votaciones.

En noviembre de 2012 la modelo confesó en un club nocturno ser bisexual, detallando otras intimidades sexuales.

Foto: La Prensa

Georgina Clarke, de 38 años, y Kayla Morris, de 20, han entrado en repetidas ocasiones al quirófano, en las cuales se han puesto implantes de pechos hasta inyecciones de bótox en los labios.