Aunque los casi tres años que lleva afincada en Londres no se han visto precisamente exentos de escándalos, como demuestran los enfrentamientos que mantuvo en plena vía pública con su ya exprometido Egor Tarabasov, la actriz Lindsay Lohan asegura que su vida en la capital británica es mucho más tranquila y satisfactoria que la que llevaba anteriormente en Los Ángeles.
Reconoce que le aterroriza la mera idea de regresar a la ciudad californiana por los recuerdos tan traumáticos que tiene de la etapa tan caótica que protagonizó allí.
'Solo vuelvo si tengo reuniones y cuando tengo que ver a la familia. La verdad es que hace mucho que no voy a Los Ángeles y ya casi no recuerdo cuándo fue la última vez que estuve ahí. Y la verdad es que me da miedo regresar. Todo lo que allí ocurre es demasiado abrumador', aseguró a su paso por el programa de televisión del humorista británico John Bishop, antes de confesar que el escrutinio mediático tan intenso al que se ve sometida en Estados Unidos juega un papel fundamental en sus temores.
'En el mismo momento en que aterrizo en el aeropuerto ya empiezo a sufrir ataques de pánico y me cuesta respirar si oigo el flash de una cámara. Es una sensación a la que ya no estoy acostumbrada y me resulta extraño tener que revivir todo eso. En Londres me siento mucho más segura, aquí en Inglaterra he encontrado la paz', se sinceró.
De hecho, la controvertida intérprete no ha dudado en atribuir a las leyes tan permisivas que regulan el trabajo de los reporteros gráficos y el derecho a la intimidad, los problemas de ansiedad y estrés que vino padeciendo durante sus años más caóticos en Estados Unidos, marcados en su caso por el consumo incontrolado de alcohol y otras sustancias que, entre otras cosas, le llevó a sufrir más de un encontronazo con la policía.
'Es principalmente la prensa... A diferencia de en Estados Unidos, aquí [en Inglaterra] no pueden fotografiarte así como así en plena calle. Pero en América parece que no hay límites en ese sentido y tienen esa mentalidad de que cuanta más información haya, mejor, lo que no nos beneficia demasiado, la verdad', explicó durante su intervención, en la que también quiso recordar que la primera película en la que trabajó, siendo solo una niña, fue rodada precisamente en Londres.