Lindsay Lohan, quien debía iniciar ayer la rehabilitación que le fue ordenada, viajó de Nueva York a California, presuntamente para internarse en una clínica en ese estado, pese a que el centro aprobado por la corte está en Nueva York, informó TMZ.
Al parecer, el motivo por el que Lohan declinó internarse en el centro neoyorquino es porque éste no permite a sus pacientes fumar durante el tratamiento, mientras que Morningside Recovery sí lo permite.
Tratamiento sin salidas
La cantante tenía ordenado un tratamiento a puerta cerrada, en un centro que no le permitiera salir. Sin embargo, el recinto elegido por Lohan sí autoriza la salida de sus pacientes.
El hecho de que la actriz no haya entrado al centro de rehabilitación que acordó con la corte podría significar una violación a su acuerdo con la fiscalía, de acuerdo con TMZ.
Si el juez considera que Lindsay violó el acuerdo al internarse en la clínica californiana, podría enfrentar 90 días en prisión.
Horas antes de viajar a California, la actriz publicó en Instagram, una imagen en la que se le ve empacando, acompañada del texto “90 días y 270 looks”, en referencia a los 90 días que deberá pasar internada y las prendas que pretendía llevar. La imagen fue eliminada tiempo después.
