El amor continúa siendo uno de los temas que más apasionan a todos los seres humanos. Y es que en busca de la relación perfecta muchos intentan una y otra vez lanzarse a los brazos de quien parece ser su otra mitad.
No obstante, entre tanto intento prueba y error, han llegado a la conclusión de que la base del amor verdadero reside en tres factores: el deseo, la amistad y la ternura. Estos han sido, según los expertos en la materia, responsables de crear lazos eternos que conducen no solo al matrimonio sino a la estabilidad emocional.
“En el hombre se da la condición de que al ser el que conquista, busca opciones y termina dándose el lujo de escoger. Sin embargo, un hombre que anda en busca de una relación seria y formal, debe tomarse el tiempo para conocer a la joven antes de intentar ir más allá de una simple amistad. Una relación seria implicará que la mujer tenga en mente involucrarse afectivamente y no solo aceptar al hombre por pura atracción física. El conocerse un tiempo les ayudará a ambos a tener más conocimiento de sus características de personalidad, la capacidad de autocontrol vs. impulsividad, y para descubrir si hay un verdadero deseo de compromiso o si definitivamente no hay nada más que una atracción sexual”, comenta el psicólogo Natanael Padilla. En AMIGA te contamos las teorías que giran entorno al amor verdadero, cómo se origina y por qué solo hay un ser en este mundo que puede complementar tu corazón.
Amor bajo la lupa
Como en cosas del amor, todos echan mano, hasta los expertos en química han lanzado su teorías en las que afirman que son las hormonas las causantes de la pasión y el enamoramiento.
La Real Sociedad de Química del Reino Unido publicó en su revista Chemistry World que son las hormonas las causantes de esa pasión o enamoramiento y que solo dura dos años, y señalan los cambios biológicos experimentados por los cuerpos como los involucrados los responsables de que el amor funcione. Estos mencionan que “al principio del enamoramiento, la neurotrofina, es un elemento químico abundante y entre sus funciones se encuentra el propiciar el deseo. Al cabo de dos años la oxitocina será la sustancia que tome su lugar y se encargue de los patrones afectivos, logrando consolidar o no sentimientos más duraderos como el cariño, la ternura o el compromiso”.
Ante el tema del amor, Walter Riso, autor de “Ama y no sufras”, descubre los tres pilares fundamentales de toda relación sana y gratificante: deseo, amistad y compasión o ternura. El autor analiza la evolución natural de estos elementos a lo largo de la vida en pareja y sus posibles desequilibrios. Las soluciones son una invitación a disfrutar del sentimiento amoroso a través de su combinación con nuestra parte lógica y racional, asegurando que todos deben utilizar la razón a la hora de amar para no sufrir.
En conclusión
Todos los interesados en el debate del corazón llegan al mismo punto, tal y como menciona el escritor Paulo Coelho: “El verdadero amor cambia con el tiempo y crece y descubre nuevas maneras de expresarse”, iniciando con el deseo y la amistad (admiración, confianza) y consolidándose con la ternura.
Por supuesto que la fórmula ideal es el equilibrio justo entre estos tres factores; la ausencia de alguno de ellos, o el desequilibrio, es la causa de esa sensación de insatisfacción que afecta a algunas parejas y termina llevándolos a la separación y a comenzar de nuevo el ciclo en el que al final, logran consolidarse con la persona que los llena en su totalidad.
Tómalo en cuenta...
Huye de la monotonía
La monotonía es el peor enemigo del matrimonio. La vida de una pareja debe estar llena de proyectos compartidos: los hijos, la casa, el trabajo. Una pareja sin proyectos es como una película sin argumento.
No todo gira entorno a la cama
El matrimonio que se obsesiona por mantener la pasión de los primeros tiempos, va camino al fracaso. Las relaciones sexuales son parte de la vida en pareja, pero no lo son todo.
