20/12/2025
01:36 AM

La solidaridad

Cuando dos o más personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin común, hablamos de solidaridad.

    Cuando dos o más personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin común, hablamos de solidaridad. La solidaridad es un valor de gran trascendencia para el género humano, pues gracias a ella no sólo ha alcanzado los más altos grados de civilización y desarrollo tecnológico a lo largo de la historia, sino que ha logrado sobrevivir y salir adelante luego de los más terribles desastres, como guerras, pestes, incendios y terremotos.

    Es tan grande el poder de la solidaridad que cuando la ponemos en práctica no hacemos inmensamente fuertes y podemos asumir sin temor los más grandes desafíos, al tiempo que resistimos con firmeza los embates de la adversidad. La solidaridad cuando persigue una causa noble y justa cambia el mundo, lo hace mejor, más habitable y más seguro.

    La falta de solidaridad denota indiferencia, egoísmo y estrechez de miras en cuanto seres humanos. El que se niega a colaborar de manera entusiasta y desinteresada con quienes lo rodean en el logro de un objetivo común renuncia a la posibilidad de unirse al algo más grande y más fuerte que él mismo, en donde puede encontrar seguridad y apoyo, pues cuenta con el respaldo de sus compañeros, lo mismo que ellos con el suyo. El individualismo exagerado conduce a la insensibilidad, a la ausencia de grandeza humana y resta méritos y alegría a cualquier logro por grande que sea, pues no hay con quien compartirlo. Otro tanto les ocurre a quienes contando con los medios para ayudar a sus semejantes no se conmueven en absoluto por sus penalidades ni hacen nada para aliviarlas. Estas personas nunca serán admiradas ni queridas con sinceridad, ni sus posesiones y dinero tendrán valor humano alguno.

    Para ser

    solidarios

    Reflexionemos sobre la situación de todos aquellos menos favorecidos que nosotros y no cerremos los ojos frente a sus problemas y necesidades.

    Si hay una causa en la que creemos y sabemos que podemos colaborar, no vacilemos en hacerlo.

    Obstáculos

    El afán de destacarse pisoteando a los demás con el convencimiento de que el mundo está hecho de ganadores y perdedores y la inclinación de creer que todo lo que nos afecta no es de nuestra incumbencia son contrarios a una actitud solidaria.