Todos los días generamos nuevas formas para sobresalir o seguir adelante. La apertura que en la actualidad han tenido las mujeres ha sido aprovechada por varias en diferentes roles.
Ya no es de extrañar que la mujer solamente se quede en casa y desempeñe un papel familiar, pues es muy común ahora observar la mezcla de mujeres de familia y madres cabezas de hogar en puestos que eran destinados o generalizados como netamente del hombre.
Cada vez más, ella se ha venido desarrollando en ámbitos nuevos, y las facilidades con que actualmente cuenta las están aprovechando. Ahora se estudia, se trabaja, y puede tenerse una familia, y muy pocas veces pierden la esencia de ser mujer, pues generalmente dejan en el hogar una marca inigualable.
Algo muy importante que deben tener en cuenta para poder continuar en los desafíos que el mundo actual exige, es de ningún modo olvidar la seguridad, la autovalía en uno mismo, en especial cuando es un ámbito nuevo en el cual se está incursionando. La mujer tiene que estar al tanto de sus fortalezas, darlas a conocer, hacerlas notar en donde se desempeñen... y desarrollarse.
Al mismo tiempo es necesario conocer las debilidades e irlas mejorando, especialmente cuando se espera que un hombre lo haga. Esto puede ayudarle a tener un mejor control de la situaciones que podrían generarles conflicto.
Para poder sobrellevar estos nuevos roles es bueno tener o aprender el poder de la flexibilidad y adaptabilidad ante las situaciones nuevas, ya que pueden mejorar el ambiente en que se encuentra, ayudan a tener mejores relaciones con las personas con que deben trabajar y les da la apertura para buscar soluciones ante posibles retos que pudiesen tener.
La adaptabilidad y flexibilidad no sólo es referencia a ellas, sino también a aquellas personas para las cuales es nuevo observar mujeres en un rol destinado al hombre. Lo esencial aquí es saber comprender, tolerar y manejar esas situaciones, ya que algunos necesitan tiempo para acostumbrarse al nuevo papel, por lo que lo importante es que se sienta cómoda en el mismo.
Algo que debe quedar claro es que tanto el hombre como la mujer son diferentes y cada uno de los géneros tiene sus fortalezas y debilidades; sin embargo, los dos son seres humanos y como tales pueden aprender nuevas tareas y habilidades.
Glenda García
Psicóloga egresada de la Universidad Católica de Honduras y coordinadora del departamento de psicología en el Centro Comunitario de Salud Mental San Juan de Dios.
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