Isidra Hoil, una indígena maya de 8 años que participó en la película “Apocalypto”, no sabía qué era un vaso o un plato antes de estar en la polémica cinta de Mel Gibson y pese a que se le abrió un mundo desconocido, como el ir al cine por primera vez, asegura que su vida no ha cambiado nada.
“Me siento igual”, asegura la niña de rasgos típicamente mayas, con ojos oscuros y rasgados, de abundantes pestañas, su nariz de puente alto, piel dorada y cabello lacio y oscuros que enmarcan una eterna expresión de asombro y retraimiento.
La pequeña indígena maya hace algunas apariciones en la cinta dirigida por Gibson, entre ellas una escena en la que, con lágrimas en los ojos, se dirige a una multitud de mayas.
Isidra no habla español, junto a ella está siempre su representante y traductora, Mary Cobá, quien la acompaña a todos lados desde que fue preseleccionada por Gibson.
“No sé si vieron su expresividad o su físico, Isidra es una artista natural y se está cuidando no alterar el medio en el que usualmente se mueve, acude como una estudiante normal a su escuela indígena y convive con sus mismos amigos de antes para no afectar su vida normal”, comenta Cobá.
En una de las escenas de la cinta, se le pidió a Isidra que llorara y “realmente las lágrimas se le salieron, lloró en verdad y hubo que consolarla por un momento”, asegura la traductora y representante mientras muestra una de las dos fotos que Mel Gibson obsequió a la pequeña.
Antes de participar en la cinta, la pequeña nunca había salido de la comunidad maya en la que vive, enclavada en la selva del estado de Quintana Roo y cuya ubicación no fue revelada porque los habitantes y la familia de la pequeña no desean que su vida se vea alterada por la presencia de la prensa.
Isidra cursa el tercer año de la educación básica y aunque su educación es bilingüe, conoce sólo unas cuantas palabras en español, como”hola” y “gracias”, y nunca había ido al cine.
“Le expliqué lo que es el cine, sabía lo que es la televisión, así que la lleve a ver la Era de Hielo II”, explica su traductora.
Sumirse en este mundo desconocido sacudió por momentos a la pequeña Isidra, que entró en pánico cuando llegó por primera vez a la locación de “Apocalypto”, donde unos 200 extras caracterizados de mayas, con el cuerpo pintado y plumas y huesos como adornos, la asustaron.