Espectáculos
Hollywood, Estados Unidos
Una historia real
Le gusta la aventura
Pese a ser un actor que prefiere la discreción, los directores siguen llamando a Jason Clarke para que participe en sus películas.
“Los directores me seleccionan porque me quieren. No soy una gran estrella de cine”, asegura.
Eso, por supuesto, es en parte culpa suya. El actor australiano tiende a desaparecer en su papel y tiene poco interés en caminar por la alfombra roja y pulir su presencia en los medios sociales.
“Me gusta ser misterioso”, revela esta estrella de cine, a la que la directora y escritora Kathryn Bigelow le pidió que interpretara a un despiadado oficial de la CIA en Zero Dark Thirty (2012), la película que oficialmente lo puso en la línea de mira de Hollywood. Baz Luhrmann lo eligió para que interpretara al mecánico cornudo en The Great Gatsby (2013). En Dawn of the Planet of the Apes (2014), su personaje estuvo del lado de los simios. Y este verano, él asumió el legendario papel de John Connor en Terminator Genisys.
La producción del filme comenzó el 13 de enero de 2014 en los Alpes de Ötztal, en Italia; se rodó posteriormente en Nepal e Islandia.
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Clarke está agitando las emociones como Rob Hall, el montañista, guía y futuro padre que se vio atrapado en una ventisca brutal en 1996 en el filme Everest, que desde el jueves puede ver en las pantallas de cine de todo Honduras.
Ocho personas murieron en esa ocasión en la montaña más alta que existe y la historia captó la atención de todo el mundo. En ese tiempo, Clarke vivía en Australia, luchando por establecer su carrera.
“Siempre me sentí fascinado por ese hombre que estaba en la cima del mundo y no podía regresar a casa. Mientras más escarbaba en la historia, más rica y complicada se volvía. Era como una historia de detectives”, afirma el actor de 46 años de edad. “Necesitaba poner a este personaje dentro de mí. Quería ponerle realidad a un hombre en la montaña que se estaba despidiendo de su esposa y del hijo que jamás tendría la oportunidad de conocer. Yo tuve una conexión realmente emocional con esta historia”, explica.
Al momento del rodaje, Clarke estaba considerando ser padre y ahora tiene un pequeño hijo. “Mi pequeñín tiene siete meses, eso ha cambiado algunas cuantas cosas. Si me piden que me aleje de la casa, yo pregunto que si puede venir mi familia. Necesito ese apoyo emocional. Quiero tenerla cerca de mí,” precisa con evidente emoción.
Clarke vive en Los Ángeles, California, con su compañera, la actriz francesa Cecile Breccia.
“Everest” narra la tragedia de 1996 en el monte Everest, en la que ocho alpinistas fallecieron.
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“Hace unos años empecé a correr autos y me encantan los deportes. En Estados Unidos empecé a hacer caminatas y montañismo. Pero ¿haría cosas locas? No.”
Algunos dirían que “Everest entra en la categoría de ‘cosas locas’”. La cumbre de la montaña está a 8,848 metros de altura, casi nueve kilómetros por encima del nivel del mar. Miles de montañistas han tratado de llegar a su cima desde que sir Edmund Hillary y su guía Sherpa Tenzing Norgay fueron los primeros en alcanzar esa meta en 1953. Sin embargo, muchos han perecido en el intento.
Aunque los actores no trataron de llegar a la cumbre, sí pasaron seis semanas rodando en las estribaciones de la montaña. Después terminaron la producción en los Alpes italianos, en los estudios Cinecittà de Roma y en los estudios Pinewood en las afueras de Londres.
Interpretar a un guía y montañista de primera categoría obligó a Clarke a prepararse ampliamente.
Maneja sus miedos. Para conocer más a fondo a Hall, él pasó cuatro días en Nueva Zelanda con su viuda Jan, que en la película es interpretada por Keira Knightley.
“Sentí el peso de la responsabilidad de no ser frívolo”, afirma Clarke. “Hubo gente que murió bajo la responsabilidad de Rob. Esa gente tenía hijos. No se toma la vida de nadie solo porque sí. No es correcto hacerlo”.
El director Baltasar Kormakur impulsó al elenco a enfrentarse a los elementos y a manejar sus miedos. En un momento dado dijo: “Un actor feliz no es un buen actor”. Y no lo dijo de broma.
Clarke, que afirma que disfruta el proceso de ensayo de la película más que cualquier otra cosa, estaba ansioso de poner a prueba su habilidad para escalar.
“Baltasar nos quería tan reales como fuera posible”, indica. “Él sabía que yo podía ser auténtico”.
“Tuvimos mucha suerte durante los ensayos en Navidad, en Londres, cuando hubo una enorme tormenta en Ben Nevis”, agrega, refiriéndose a la montaña más alta del Reino Unido. Martin Henderson y yo nos subimos a un avión y luego trepamos en el hielo. Fue muy bueno hacer rapel en la ladera norte con un guía que sabía lo que estaba haciendo para ayudarnos.
“Luego, en enero, Marty y yo fuimos al glaciar de Tasmania (en Nueva Zelanda), que era el terruño de Rob”, continúa. “Hicimos mucho rapel por las grietas y tuvimos fuertes tormentas de nieve con vientos de más de 190 kilómetros por hora durante quince minutos”.
Clarke suena emocionado, aunque aliviado de que haya terminado el rodaje.
“Fue peligroso”, admite. “Algunas veces he estado en montañas y he cometido errores. Necesité algo de suerte para salir bien librado”.
éxito tardío. De chico, Clarke no había pensado en ser actor. Él vivía con su familia en el centro de Queensland, donde su padre esquilaba ovejas. Se fue a estudiar derecho en la universidad, pero descubrió la actuación a través de su mejor amigo que estaba en la escuela de teatro. Intrigado, Clarke se transfirió al Colegio Victoriano de las Artes en Melbourne.
El éxito no le llegó pronto. “Yo estaba frustrado y hubo veces en que pensé en rendirme”, comenta. Después, Philip Noyce me llamó para hacer 'Rabbit-Proof Fence’ (2002). ”Clarke interpretó a un policía villano en esa película de época sobre el Gobierno que les quitaba a los padres aborígenes a sus hijos de sangre mixta. La cinta recibió muy buena aclamación de la crítica y Noyce lo animó a irse a Estados Unidos y probar su suerte en Hollywood.
Pasó muchos años tocando puertas, pero fue con la película Zero Dark Thirty que se consolidó en la pantalla grande y desde entonces ha trabajado continuamente.
Clarke ha aparecido en numerosas series de televisión australianas como “Murder Call”, “Wildside” y “All Saints”.
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Jason Clarke (46)
Ciudad de nacimiento: Winton, Queensland, Australia
Profesión: Actor desde 1996
Experiencia: Clarke ha aparecido en numerosas series de televisión australianas como “Murder Call”, “Wildside” y “All Saints”.
Pasó muchos años tocando puertas, pero finalmente Clarke obtuvo el papel principal como un político de Rhode Island en la serie de Showtime “Brotherhood” (2006-2008).
Después interpretó a un detective que trataba de limpiar la corrupción en la serie de Fox “Chicago Code” (2011). Sin embargo, fue con la película “Zero Dark Thirty” que definitivamente se consolidó en la pantalla grande y desde entonces ha trabajado continuamente.