El museo Frida Kahlo inauguró ayer la exposición “Frida Kahlo, sus fotos”, una colección de más de 200 instantáneas que muestran la vida de la pintora mexicana y su entorno y reflejan la importancia que este arte tuvo para ella.
Hija y nieta de fotógrafos, Frida Kahlo siempre estuvo rodeada de fotografías y heredó la pasión de hacerlas y coleccionarlas, afición que hizo que la Casa Azul, su casa museo, tenga hoy un archivo de más de 6 mil 500 fotografías.
A éste pertenecen las 200 instantáneas expuestas y divididas en seis temáticas cercanas a Frida: sus padres, la Casa Azul, su cuerpo roto, sus amores, las fotografías de autores destacados y el ojo de Diego, en referencia a Diego Rivera.
Legado
Estas fotografías no sólo le sirvieron a la pintora como recuerdo, sino también como herramienta de trabajo y como medio para sobrevivir a la soledad que le trajeron sus enfermedades.
Las fotos estuvieron guardadas, junto con libros, cartas, documentos personales y muchos otros objetos en un cuarto de la casa, que tras la muerte de Kahlo en 1954, quedó sellado.