Entre carnitas, barbacoa, arroz, frijoles, tlacoyos y un pastel de manzana, el histrión Ignacio López Tarso celebró este domingo sus 98 años de vida muy contento.
En su casa, rodeado de hijos, nietos y bisnietos, el célebre actor se la pasó muy apapachado. Estaba feliz, a decir por su voz y declaraciones. “Estoy muy bien acompañado”, dijo López Tarso luego de celebrar con una comida que tuvo con sus familiares.
Posteriormente, se le cuestionó: “¿Cómo llega a los 98?”. “Sano, a gusto, contento”, respondió en entrevista realizada vía telefónica, añadiendo que su deseo para este cumpleaños fue regresar a los escenarios. “Estoy esperando que se pueda abrir el Teatro San Jerónimo, donde he trabajado, para volver con la temporada de teatro que dejé hace tres años”, comentó. Incluso dijo que tiene una fecha pactada. “Vamos a ir un pueblo del estado de Guanajuato que se llama Moroleón, donde crecieron mis padres. Cerca de ahí ellos tenían un par de ranchos y vamos a llevar una obra de dos personajes, Ignacio, mi hijo, y yo, una obra que se llama Leonardo y La Máquina de Volar”, adelantó.
Con una memoria brillante, el actor, quien nació el 15 de enero de 1925, dejó claro que para llegar a su edad se requiere de disciplina. “Hay que cuidarse. Yo tengo una dieta muy rigurosa de hace años. Exige mucho cuidado el llegar bien a esta edad”, compartió. “(Hoy) comí carnitas, barbacoa, arroz, frijoles, tlacoyos y pastel de manzana”.
Juan Ignacio Aranda comentó que su papá tiene un menú saludable todos los días, que incluye una dieta suave, sin picantes ni comida irritante, aunque también le encantan los tacos de barbacoa. En su festejo, López Tarso recibió muchas felicitaciones, pues amigos del medio artístico como Sergio Corona y César Costa se comunicaron con él para ver cómo estaba. “Me gustaría vivir los años que sean. Me faltan dos para llegar a 100 y si puedo pasar de 100, ¡qué bueno! Los años que se puedan los viviré muy a gusto”, respondió. “Mi mejor regalo es la compañía. Rodeado de nietos, bisnietos e hijos”.
