Redacción. El helado destaca por su versatilidad: siempre resulta placentero, ya sea en forma de postre, como entrante o como acompañamiento.
Al ser un alimento fresco y de sabor suave, actúa como calmante sobre el paladar, que ayudan a distinguir y captar mejor los diferentes sabores entre plato y plato.
Es una fuente de nutrientes como calcio, vitaminas, proteínas, lactosa y fósforo, al margen de frutas, hortalizas y frutos secos que son parte de cualquier helado.