Los Ángeles, Estados Unidos.
A principios de octubre, Calvin Mitchell se presentó ante The National Esquirer como el hijo de Oprah Winfrey. La popular presentadora admitió que existía un vínculo personal e íntimo con el joven. Sin embargo, negó que fuera su “hijo secreto”.
Al parecer, el vínculo “materno” de Winfrey (61) comenzó al inicio de los años 90 cuando la conductora quedó encantada con la historia del joven y su familia. Incluso, Oprah confesó que luego de ese fugaz y repentino encuentro pensó en volver a tener bajo su tutela a Calvin. No obstante, dio marcha atrás en su decisión al enterarse de que el joven había montado su reaparición junto con un diario norteamericano.
“Conocí a Calvin en los comienzos de los noventa. Estaba haciendo una película para televisión. Estábamos filmando los proyectos en Chicago y estaba sentada en el set durante un descanso, y este pequeño muchacho con lindos ojos brillantes vino por debajo de la cinta amarilla para pasarme una lata de refresco”, contó la estrella.
Fue en ese momento en que Winfrey quedó encantada con Calvin, preadolescente. Empezó a hablarle sobre su familia, su vida escolar, y descubrió que su madre estaba sin trabajo y que estaba en peligro. Fue cuando Oprah se preocupó por ellos: le consiguió un empleo fijo a la mujer y anotó al jovencito en un colegio privado.
A principios de octubre, Calvin Mitchell se presentó ante The National Esquirer como el hijo de Oprah Winfrey. La popular presentadora admitió que existía un vínculo personal e íntimo con el joven. Sin embargo, negó que fuera su “hijo secreto”.
Al parecer, el vínculo “materno” de Winfrey (61) comenzó al inicio de los años 90 cuando la conductora quedó encantada con la historia del joven y su familia. Incluso, Oprah confesó que luego de ese fugaz y repentino encuentro pensó en volver a tener bajo su tutela a Calvin. No obstante, dio marcha atrás en su decisión al enterarse de que el joven había montado su reaparición junto con un diario norteamericano.
“Conocí a Calvin en los comienzos de los noventa. Estaba haciendo una película para televisión. Estábamos filmando los proyectos en Chicago y estaba sentada en el set durante un descanso, y este pequeño muchacho con lindos ojos brillantes vino por debajo de la cinta amarilla para pasarme una lata de refresco”, contó la estrella.
Fue en ese momento en que Winfrey quedó encantada con Calvin, preadolescente. Empezó a hablarle sobre su familia, su vida escolar, y descubrió que su madre estaba sin trabajo y que estaba en peligro. Fue cuando Oprah se preocupó por ellos: le consiguió un empleo fijo a la mujer y anotó al jovencito en un colegio privado.