El renacido', del mexicano Alejandro González Iñárritu, y Leonardo DiCaprio marcan el ritmo de la nueva temporada de premios en Hollywood tras su triunfo en los Globos de Oro, pero la carrera hacia los Óscar es impredecible.
Cineasta y actor fueron coronados el domingo como los mejores de su categoría por este western ambientado en la Norteamérica de 1820 sobre una historia de supervivencia y venganza, que a su vez fue nombrado Mejor drama.
Los tres premios situaron a la película simbólicamente al frente de la competencia, aunque los Globos de Oro no predicen las nominaciones a los Óscar, que se anunciarán el jueves en Los Ángeles a partir de las 7:30 am (Hora de Honduras)
Y es que a Leonardo no le faltan fans, ni elogios de la crítica, ni tampoco los papeles en exitosas y galardonadas películas. Pero hay algo que a Leonardo se le resiste desde hace años: el premio Óscar. Nominado en cinco ocasiones, el actor todavía no logra ganar la estatuilla dorada.
Son muchos los que opinan que ya ha llegado el momento.
En The Revenant (El renacido)., el intérprete se puso bajo la batuta del director mexicano Alejandro González Iñárritu para interpretar a Hugh Glass, un explorador que fue atacado por un oso y abandonado por sus compañeros de expedición, pero cuyo deseo de venganza le lleva a sobrevivir y emprender una odisea de cientos de kilómetros para dar con los traicioneros.
Al recibir el galardón, Leonardo DiCaprio declaró: “Quiero agradecer a los actores con los que he tenido que estar hombro a hombro en esta película, particularmente mi gran amigo Tom Hardy, una bestia con un talento increíble.
Estuvo ahí cada día, sé que en la vida real nunca me enterraría vivo y me dejaría morir de frío. Por último, quiero compartir este premio con toda la gente originaria de Canadá representadas en esta película, y todas las comunidades indígenas del mundo.
Es hora de que reconozcamos su historia y que protejamos sus tierras indígenas de intereses corporativos y gente que quiere explotarlas. Es el momento de escucharlos y proteger este planeta para las generaciones futuras. Muchas gracias”.
CORAJE. En casi un año de producción, el actor y ambientalista Leonardo DiCaprio demostró su pasión por el filme: comió carne cruda de bisonte, se desnudó en temperaturas bajo cero, se zambulló en un río gélido y se dejó la barba. Además se trasladaron de Canadá hacia Ushuaia en Argentina porque la nieve era su locación.
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