04/12/2025
07:53 AM

El oso Paddington cumple 58 años

Madrid.

Hace 58 años, Michael Bond compraba un osito de peluche que le cambiaría la vida: lo bautizó Paddington y le inspiró un sinfín de aventuras que se publicaron en libros, luego se adaptaron a la televisión y después saltó al cine.

ícono clásico de la cultura británica, el debut de Paddington en la gran pantalla ha sido un éxito en el Reino Unido, al igual que en Perú, tierra natal del osezno.

Producido por David Heyman (saga Harry Potter y Gravity) y con un reparto encabezado por Nicole Kidman, Hugh Bonneville (Downtown Abbey), Sally Hawkins (Blue Jasmine) y Ben Wishaw, que presta su voz y sus gestos a Paddington, el filme ha “encantado” al “padre” del plantígrado, quien le da “una nota muy alta” a la adaptación del director Paul King.

Foto: La Prensa

Estatua de Paddington que se puede ver en la estación de tren del mismo nombre en Londres. Porta su típico sombrero, la placa y su maleta de piel.

Inspiración

“Ser refugiado es una de las cosas más tristes, siempre lo he dicho y lo mantengo”, dijo Michael Bond con motivo de la primera adaptación para el cine de las aventuras del oso Paddintong.

Su osezno aterriza en un Londres “lluvioso e inhóspito, donde casi nadie lleva sombrero o dice ‘buenos días’”, procedente de los bosques oscuros y recónditos del Perú, con solo una maleta de cartón y una etiqueta colgada al cuello que le colocó su tía Lucy antes de embarcarlo como polizón en un buque mercante y en la que se leía: “Por favor cuiden de este oso. Muchas gracias”.

Esa imagen se le quedó grabada a Bond al principio de la Segunda Guerra Mundial, cuando le impactó la llegada de niños judíos a la estación de Reading con unos cartelitos con sus nombres y direcciones colgados del cuello y una pequeña caja de cartón con sus escasas pertenencias.

Bond desconoce la suerte de aquellos niños, pero sí que escribió un futuro esperanzador para Paddington, el que tuvo la fortuna de ser “adoptado” por la familia Brown.

En la Navidad de 1956, cuando compró el oso de peluche, Bond era camarógrafo de la BBC, y en poco más de una semana había escrito ocho aventuras del plantígrado en el lluvioso Londres. Pero tendría que esperar dos años, hasta 1958, para publicar Un oso llamado Paddington, el primero de los libros de una saga traducida a más de 40 idiomas, y que le permitió a Bond dedicarse en exclusiva a la literatura a partir de 1965.