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El cine abraza a Derbez

  • Actualizado: 02 enero 2011 /

Si alguien pasó una feliz temporada navideña y recibirá un gran abrazo en Año Nuevo es Eugenio Derbez, en especial por la década que terminó, en la que logró cumplir su sueño infantil: hacer películas y además con actores de Hollywood.

Si alguien pasó una feliz temporada navideña y recibirá un gran abrazo en Año Nuevo es Eugenio Derbez, en especial por la década que terminó, en la que logró cumplir su sueño infantil: hacer películas y además con actores de Hollywood.

Eugenio y el cine estuvieron ligados casi de manera natural, cuando desde la infancia y de la mano de su madre, Silvia Derbez, pudo conocer a los productores Valentín Pimpstein y Ernesto Alonso, y a Chabelo y Héctor Suárez, de quienes aprendió la disciplina, según dijo en entrevista.

Recuerda que desde niño se sentaba con su madre a ver la entrega de los Oscar y tenía el sueño de entrar en esa industria.

“Yo quiero hacer cine y justamente de ese tipo”, le decía a su madre, quien lo incentivó para lograrlo. A los 18 años tomó la decisión de irse a Estados Unidos, pero antes siguió el consejo de doña Silvia, quien le recomendó tomar clases de actuación, canto y baile.

“Me metí a clases de todo, pero por varias razones ya no me fui, me quedé a trabajar acá. Ahora creo que mi entrada en Hollywood ha sido porque mi madre desde el cielo me está ayudando”, confiesa el comediante, quien acaba de terminar su participación en “Jack and Jill”, su primera cinta hollywoodense, al lado de Adam Sandler y Katie Holmes.

Experiencias únicas

Motivado por participar en cine, Derbez aceptó papeles en filmes de los cuales hoy no quiere saber (“Trasplante a la mexicana” o “Más vale amada que quemada”), por lo que considera su entrada al séptimo arte con la cinta familiar “Zurdo”, para la cual tuvo que convencer al director Carlos Salces de que lo contratara.

“Llegué 15 minutos antes a la cita que teníamos en un restaurante. Iba disfrazado como el personaje de ‘Forastero’, que él necesitaba. Lo vi que llegó y se me quedaba mirando. A la hora de la cita, su asistente dijo: ‘Voy por Eugenio’. Caminó hacia mi mesa y me llevó con él.

Se sorprendió y me dijo: ‘Es el personaje que quiero’”, cuenta Derbez.

Antes de este trabajo, el actor, quien ya gozaba de popularidad por su faceta de comediante de TV, se enteró de que en el cine nadie lo quería porque su rostro y nombre eran demasiado comerciales.

“Nadie quería trabajar conmigo, así que le dije a Francisco González Compeán (productor cinematográfico) que yo iba a escribir mi propia película, que hasta ahora no he podido filmar (“Hombre de piedra”)”.

Una anécdota al respecto fue lo que le pasó con el director y productor Fernando Sariñana, quien buscaba a un actor que diera buena pinta de pordiosero para su película “Ciudades oscuras”.

“Investigué dónde vivía, monté todo un operativo en su casa y me disfracé. Cuando pasó frente a mí, se detuvo en un alto, le limpié el parabrisas y me miró brevemente, pero no pasó nada. Tiempo después le confesé lo que hice a González Compeán y no lo podía creer. Me dijo que Sariñana cuenta la anécdota como algo sobrenatural que le ocurrió. No pasó nada, no me dio el papel ni supo que era yo”, relata.

Para recordar

En 2004 Derbez vivió un año de ensueño, pues acudió al Festival de Cannes, a la premier de “Shrek 2”, saga en la que da voz en español al personaje de “Burro”.

“Ya había hecho doblaje en ‘Mulán’, ‘Dr. Dolittle’ y ‘102 Dálmatas’, pero nunca me habían dejado meterle algo de mi cosecha, una voz distinta. Hasta que los de DreamWorks me lo aceptaron, para mí fue un parteaguas. Ir a Cannes fue espectacular, desfilar en la misma alfombra roja al lado de Eddie Murphy, Cameron Diaz, Antonio Banderas, Julie Andrews... Y además Will Smith y Angelina Jolie, que eran las voces de ‘El Espanta Tiburones’. Y luego la fiesta más espectacular del mundo, con todos ellos en un yate con helipuerto arriba y con un submarino abajo... ¡imagínense!”, subrayó.

A su regreso, Derbez participó en su primer doblaje para un filme animado mexicano, “Imaginum”.

Pero donde finalmente se consolidó fue con los rodajes, al mismo tiempo, de “Sangre de mi sangre”, con Jesús Ochoa, y “La misma luna”, que en 2007 lo llevarían al Festival de Sundance, donde la primera se convirtió en ganadora del Gran Premio del Jurado.

En 2010 Derbez fue el rey de la taquilla mexicana, pues “No eres tú, soy yo”, de Alejandro Springall, se convirtió en la película más vista del año.