24/11/2025
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Dwayne Johnson y Kevin Hart se divierten como espías

  • 18 junio 2016 /

Los protagonistas de “Un espía y medio”, que estrenó el jueves en Honduras, hablan sobre el rodaje del filme.

Manhattan, Estados Unidos

¿Qué sucede cuando se ponen a dos grandes estrellas del cine, Dwayne Johnson y Kevin Hart, juntas en una misma sala para promover su más reciente película ante unos veinticinco miembros de la prensa?

Exactamente lo que sería de esperarse: bromas y muchas sonrisas de oreja a oreja.

Eso fue lo que sucedió el mes pasado en un hotel de Manhattan, cuando el enorme y macizo Johnson y Hart, de tamaño compacto, hicieron las rondas a nombre de “Central Intelligence”, una comedia de pareja que se estrenó en los cines el 16 de junio.

La película presenta a Hart como Calvin, que fuera deportista en la preparatoria y que ahora no está contento con la monotonía de su vida como contador. Se avecina la reunión de exalumnos de la escuela y él no tiene intenciones de asistir.

Ahí es cuando entra Bob (Johnson), que fuera su compañero de escuela, obeso y estudioso, solo que ahora musculoso y diciendo ser agente de la CIA. Él llega a la ciudad con la intención de asistir a la reunión de exalumnos con Calvin pero acaba arrastrándolo a un caso súper secreto. Los dos llegarán a la reunión si es que no se entrematan primero o los asesina la legión de villanos que los persiguen.

Foto: La Prensa

El rodaje y postproducción del filme ha forjado una relación entre “La Roca” y Kevin, que no se conocían.

¿Han asistido ustedes a su propia reunión de exalumnos de preparatoria?

Kevin: Yo nunca he ido a esas reuniones. No sé si se hayan organizado en mi escuela. Pero estoy en contacto con algunas personas de mi preparatoria. Mis años en preparatoria fueron sensacionales. Quiero decir, yo era de los chicos populares. Era un tipo realmente genial ... no el mejor de los estudiantes, pero me llevaba bien con todos. Era de las personas que se llevaban bien con cualquiera. No me metía en pleitos. El chistoso no se pelea—el chistoso detiene las peleas y hace reír a los demás por querer pelear y los hace sentir tontos por querer pelear. Todo mundo se va diciendo: “Kev tiene razón.”

Dwayne: Durante el primero y el segundo año de preparatoria, yo pasé mucho tiempo tratando de volver a encaminarme. Para cuando cumplí 16 años, ya había sido arrestado varias veces. Así que me costó un poco de trabajo tratar de ajustarme. Fue hasta que empecé a participar en los deportes y en atletismo... eso me dio un punto de apoyo y una razón para hacer lo que estaba haciendo. Hacia el final de mis años de preparatoria, yo ya estaba listo para ir a la universidad. Tuve suerte. Conseguí una beca completa. En ese tiempo era el único de mi familia que había ido a la universidad. Yo tenía mucho tiempo para cuando me fui.

¿Por qué es que vemos a mucha gente batallar años después con las cosas que vivieron en la preparatoria?

Dwayne: Creo que esa es la época en que realmente empezamos a definirnos, cuando empezamos a entendernos a nosotros mismos y a saber quiénes somos y, es de esperarse, a aceptarnos. Si no es así, como fue mi caso, lleva algo de tiempo aceptarnos y llegar a ser lo que somos.

Creo que lo que es interesante en el personaje de Kevin es que en la preparatoria él es muy importante y después, al salir de la escuela, diez o veinte años después, está deseando ser algo más y no está nada contento con las cosas que lo rodean. Muchas veces y esto como que sucede en muchas formas y desde muchas perspectivas—es mucho después que puede suceder algo en la vida, un momento que nos ancla, un momento que nos define años después. Es cuando nos damos cuenta y decimos: “Ya la hice bastante bien. Soy dichoso. Tengo muchas cosas buenas.”

Kevin: Me parece que lo que les está sucediendo a nuestros personajes es una situación muy real. Quizá no sean tan felices como ellos creen que deberían serlo, pues no alcanzaron el éxito que pensaban que iban a tener, porque los años después de la escuela no fueron tan maravillosos. No saben cómo arreglárselas. No saben cómo encontrar su equilibrio. El tipo que no necesariamente era de los más populares en la escuela encontró el éxito de una manera asombrosa. Su vida da la vuelta.

Después trata de volver a vivir sus años de preparatoria como adulto. Entonces quiere hacer todas las cosas de los chicos populares pues siente que eso le faltó en la escuela. Yo creo que el mensaje que estamos dando con esta película es que, independientemente de dónde estemos o quiénes seamos, hay que ser felices con la persona que somos en la posición en que está. A fin de cuentas, hay felicidad en todas las cosas. Eso es lo que esos dos personajes tienen que comprender y encontrar dentro de sí mismos.

Foto: La Prensa

Dwayne dice que se identifica con Bob Stone, su personaje en la cinta de acción y espionaje.
¿Fueron acosados en la escuela?

Kevin: Creo en todo esto de no acosar. Pero como muchachos, pienso que se necesita un poco de drama. A mí no me gusta que estén tratando de hacer que estos chicos sean, digamos, perfectos. Necesitamos vivir experiencias, ¿no crees? Necesitamos forjar el carácter. Y con las situaciones que nos hacen sentir incómodos vienen lecciones, vienen lecciones de vida. Yo tengo dos hijos. Yo espero que mi hijo se meta en algo cuando sea joven, de modo que pueda llegar conmigo y hablarme de eso.

Yo le diría: “¡Caray, vas a tener que averiguártelas por ti mismo cuando estés por tu cuenta”. No queremos que el chico a los 18 años, cuando se acerque a su primera pelea, llegue y nos diga: “¡Papi, por favor! ¡Oh, Dios mío, papi!”. Ella me pegó, y ahí fue cuando todo se vino abajo. No quiero proteger demasiado a mis hijos.

Dwayne: A mí me acosaron, no en la preparatoria sino en la secundaria. Tenía once años. Él estaba en la preparatoria. Yo le pegué en la cara y me eché a correr hasta llegar a casa. Corrí tan rápido que perdí los zapatos. Llegué a la casa y mi mamá me preguntó qué había pasado, pues yo estaba en el campamento de verano. Y luego me preguntó que dónde estaban mis zapatos. Yo le dije: “Es que salí corriendo y los dejé.”

Ella me dijo: “Así que corriste, ¿eh?” Entonces el problema no era con los zapatos. Y repitió: “Pero corriste”. Le respondí que sí. Entonces me dijo: “Ven conmigo”. Me hizo subirme al auto. Manejó de regreso al campamento, me hizo ir a buscar al chico y básicamente arreglar las cosas con él. Pero la lección fue que si uno se va a meter en una situación de esas, como estaba diciendo Kevin, no hay que correr de nadie. Mi madre me recomendó: “Defiéndete y comunícate”.

Kevin: Yo vi a mi papá perder una pelea cuando estaba tratando de mostrarme qué hacer. No es mentira. Mi papá, déjeme decirle, no dejaba que nadie lo maltratara. Él se metió en esto con un tipo, y mi hermano y yo estábamos en el carro.

Él nos dijo: “Hay que manejarse bien en todo momento, sean hombres”. Recuerdo que mi papá se bajó del auto y este tipo le dio dos de los golpes más fuertes que he visto en mi vida. Todo fue muy rápido, pum, pum. Y él dijo algo como: “No quería hacer esto enfrente de los niños”. Mi hermano y yo estábamos en el auto, y solo nos quedamos mirándolos a los dos. Mi papá se subió al coche, cerró la puerta y empezó a conducir. Iba callado, actuó como si hubiera ganado. Así que la lección que aprendí ahí fue: Agáchate, no te metas en eso.

Dwayne: Kevin me presentó a su papá en el foro. Yo sentía que lo conocía, pues me encanta el material de Kevin, ¿sabe? Yo tengo bien aprendida su comedia y hay noches en que dice muchas cosas de su padre. Así que me moría de ganas por conocerlo, ¿sabe? Entonces él me presentó: “Mira, papá, este es D.J.” “Hola, ¿cómo estás?, gusto en conocerte”.

Él me responde: “Hola, hola, gusto de conocerte también. Muy bien, muy bien. Sí, claro, Rock, sí, sí”. Luego se voltea hacia Kevin y le dice: “Claro. Quizá tenga que pegarle con un palo”.