04/12/2025
02:15 AM

Bong Joon-ho de las protestas callejeras a la hazaña

  • 15 febrero 2020 /

Mucho antes de triunfar en los Premios Óscar, el cineasta coreano acumulaba 20 años de éxitos en Asia gracias a sus películas excepcionales.

Seúl, Corea del Sur

El surcoreano Bong Joon-ho llegó a la cumbre de su carrera el pasado domingo al llevarse el Óscar a mejor película por Parásitos, marcando un antes y un después en la historia de los premios de la Academia que por primera vez entregaron el mayor reconocimiento a una cinta en un idioma diferente del inglés.

Con varios éxitos de crítica y taquilla a sus espaldas, Bong, de 50 años, es una de las caras más conocidas de Corea del Sur, se hizo acreedor de múltiples premios en casa y ha realizado sus primeras incursiones en Hollywood, una rareza para un director asiático.

Parásitos también ganó el Óscar a mejor director, mejor película internacional y mejor guion original, después de alzar la Palma de Oro en Cannes y un Globo de Oro también a mejor película extranjera. La importancia de la victoria de Bong “no puede subestimarse tanto para el cine coreano como para el cine que no es inglés en general”, dijo a la AFP Jason Bechervaise, profesor de la Universidad Soongsil Cyber de Corea.

El triunfo en los Óscar es “realmente inédito”, dijo el académico, y agregó que Bong “ha logrado una hazaña que ningún otro cineasta ha conseguido haciendo una película que no está en inglés y ganando el premio más prestigioso de la industria”. “Obviamente pasará a los libros de historia”.

Foto: La Prensa

Elenco de “Parásitos”. Las estatuillas que ganó el director surcoreano en los Premios Óscar con esta cinta le aseguran un lugar único en la historia cinematográfica mundial.

“Encantador y sociable”

Una vez comparado por Tarantino con “Steven Spielberg en su mejor momento”, Bong perteneció a una de las primeras oleadas de cineastas surcoreanos en florecer después de la democratización total del país a fines de la década de 1980, que abrió la puerta a un renacimiento cultural.

Su Memories of Murder, una cinta de 2003 que trata de asesinatos en serie de la vida real que sacudieron al país en la década de 1980, fue vista como una metáfora de una sociedad represiva producto del gobierno militar.

Le siguió el rotundo éxito de taquilla de 2006, The Host, en el que retrata a un gobierno incompetente que se ve indefenso tras un desastre. En 2014, se trazaron paralelismos entre este filme y el hundimiento del ferry de Seúl en el que murieron 300 personas, en su mayoría escolares.

Su película Snowpiercer (2013) describió un futuro distópico en el que los últimos humanos en la Tierra, que sobrevivieron a un intento fallido de detener el calentamiento global, viajan sin parar en un tren separado según la clase, y las revueltas que estallan en los vagones de la clase baja. Tilda Swinton, que actuó en Snowpiercer, también protagonizó su aventura de ciencia ficción Okja (2017), producida por Netflix, sobre una chica de campo que intenta salvar a una bestia genéticamente modificada de una codiciosa empresa multinacional.

La cinta no pudo aspirar a un premio de Cannes, pero suscitó importantes debates sobre la cría industrial y la explotación animal. Bong “no es un cineasta que ha salido de la nada, ha sido un director asentado durante casi veinte años y ha hecho películas excepcionales”, dijo Bechervaise a la AFP

“También es muy encantador y sociable. Creo que esto ha sido un factor que influyó en lo lejos que ha llegado la película después de haber realizado cientos de entrevistas, posiblemente más, y de mezclarse con los votantes y la élite de Hollywood”.

La cinta “The host”, 2006, es el retrato de un gobierno incompetente frente a un desastre natural.

Foto: La Prensa

“Okja”, película de 2017, disponible en Netflix.