San Pedro Sula, Honduras.
Hoy se celebra la trayectoria de un gran exponente del talento artístico de nuestro país, el reconocido cantante Jorge Gómez.
El hondureño habló en exclusiva con LA PRENSA sobre su vida, carrera y el tributo que le organizó Funvidas y que tendrá la participación del maestro Wilfrido Vargas, Eddy Herrera, Gene Chambers y Rubby Pérez.
Así, en un pedacito de suelo catracho recordarán aquellos nueve años en los que se volvieron inseparables en una orquesta que ha dejado huella con su merengue.
“Estoy muy emocionado por estar en mi país, más si puedo reunirme con todos mis compañeros. Estuvimos muchos años juntos, este evento es por amistad. Recordar todo lo que hacíamos en la orquesta es maravilloso”, expresó Jorge Gómez.
Radicado en Nueva Orleans, pero nacido en Tela, Atlántida, él posee un gran cariño por el pueblo hondureño y para disfrutar su regreso a Honduras Jorge viajará a su ciudad natal.
“Visitaré a mis viejos amigos en Tela, los recuerdos de mi juventud están allí, volver a ver los lugares adonde crecí es emocionante”, aseguró.
Su sacrificio
Consolidar una carrera artística tiene un precio, el cual cuesta lágrimas: la familia. Para Jorge sacrificar el tiempo al lado de sus hijos y esposa fue lo más triste de su carrera.
“Lloré todos los días que tenía que tomar un avión, yo soy un hombre de casa, fueron nueve años muy sufridos. En la época de la orquesta nacieron dos de mis hijos, vine a conocer a uno de ellos a los tres meses. La gente no conoce el sufrimiento de los artistas”, manifestó Gómez con nostalgia.
Pero un día el deseo por estar con su familia permanentemente lo desbordó y se retiró totalmente de la orquesta. Tomó sus maletas y se fue de vacaciones con sus hijos: Jorge Gómez Jr. (37), Miguel Fernando (32), Josué Sebastián (29) y su esposa Doris Valladares, quien ha sido inseparable durante los 38 años de casados que llevan juntos.
Ella se siente muy orgullosa de su esposo y reflexionó: “Lo que nos ayudó en nuestro matrimonio fue nuestra relación con Dios”.
Una vida en paz
La trayectoria de Gómez, quien impresionó a Wilfrido Vargas en los 80, es impecable, aún con los años de inactividad que tuvo después de 1992, el catrachó seguió haciendo eventos oficiales.
Luego de su retiro, la pasión por la música que lleva en la sangre lo hizo regresar a ella.
“La música no se puede dejar porque no se puede dejar de cantar. Dejaré de cantar hasta que ya no pueda”, agregó. Actualmente Gómez se dedica a su familia, su iglesia y la comunidad. “Ya no estoy dedicado al nivel artístico que estaba antes, se cansa uno de viajar tanto, esporádicamente hago eventos, pero no mucho. Siempre con música cristiana y secular”. Al consultarle si no tiene problemas en su iglesia por cantar canciones no cristianas, él dijo: “No hay problema, siempre cuidé mi testimonio en cada una de mis canciones. Aunque grabé temas seculares y cristianos , tengo que cuidar lo que canto”.
A pesar de su talento y fama, Gómez es un hombre humilde y no se considera un referente para otros artistas. Sobre su ejemplo opina: “El hecho de que yo haya salido de mi país, en el mejor momento de la historia del merengue, no quiere decir que he sido el mejor o la punta de lanza. En ese momento había cantantes mejores”.
Hoy se celebra la trayectoria de un gran exponente del talento artístico de nuestro país, el reconocido cantante Jorge Gómez.
El hondureño habló en exclusiva con LA PRENSA sobre su vida, carrera y el tributo que le organizó Funvidas y que tendrá la participación del maestro Wilfrido Vargas, Eddy Herrera, Gene Chambers y Rubby Pérez.
Así, en un pedacito de suelo catracho recordarán aquellos nueve años en los que se volvieron inseparables en una orquesta que ha dejado huella con su merengue.
“Estoy muy emocionado por estar en mi país, más si puedo reunirme con todos mis compañeros. Estuvimos muchos años juntos, este evento es por amistad. Recordar todo lo que hacíamos en la orquesta es maravilloso”, expresó Jorge Gómez.
Radicado en Nueva Orleans, pero nacido en Tela, Atlántida, él posee un gran cariño por el pueblo hondureño y para disfrutar su regreso a Honduras Jorge viajará a su ciudad natal.
“Visitaré a mis viejos amigos en Tela, los recuerdos de mi juventud están allí, volver a ver los lugares adonde crecí es emocionante”, aseguró.
 Doris Valladares ha sido su gran respaldo.
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Consolidar una carrera artística tiene un precio, el cual cuesta lágrimas: la familia. Para Jorge sacrificar el tiempo al lado de sus hijos y esposa fue lo más triste de su carrera.
“Lloré todos los días que tenía que tomar un avión, yo soy un hombre de casa, fueron nueve años muy sufridos. En la época de la orquesta nacieron dos de mis hijos, vine a conocer a uno de ellos a los tres meses. La gente no conoce el sufrimiento de los artistas”, manifestó Gómez con nostalgia.
Pero un día el deseo por estar con su familia permanentemente lo desbordó y se retiró totalmente de la orquesta. Tomó sus maletas y se fue de vacaciones con sus hijos: Jorge Gómez Jr. (37), Miguel Fernando (32), Josué Sebastián (29) y su esposa Doris Valladares, quien ha sido inseparable durante los 38 años de casados que llevan juntos.
Ella se siente muy orgullosa de su esposo y reflexionó: “Lo que nos ayudó en nuestro matrimonio fue nuestra relación con Dios”.
Una vida en paz
La trayectoria de Gómez, quien impresionó a Wilfrido Vargas en los 80, es impecable, aún con los años de inactividad que tuvo después de 1992, el catrachó seguió haciendo eventos oficiales.
Luego de su retiro, la pasión por la música que lleva en la sangre lo hizo regresar a ella.
“La música no se puede dejar porque no se puede dejar de cantar. Dejaré de cantar hasta que ya no pueda”, agregó. Actualmente Gómez se dedica a su familia, su iglesia y la comunidad. “Ya no estoy dedicado al nivel artístico que estaba antes, se cansa uno de viajar tanto, esporádicamente hago eventos, pero no mucho. Siempre con música cristiana y secular”. Al consultarle si no tiene problemas en su iglesia por cantar canciones no cristianas, él dijo: “No hay problema, siempre cuidé mi testimonio en cada una de mis canciones. Aunque grabé temas seculares y cristianos , tengo que cuidar lo que canto”.
A pesar de su talento y fama, Gómez es un hombre humilde y no se considera un referente para otros artistas. Sobre su ejemplo opina: “El hecho de que yo haya salido de mi país, en el mejor momento de la historia del merengue, no quiere decir que he sido el mejor o la punta de lanza. En ese momento había cantantes mejores”.
