La depresión es una enfermedad que puede llegar a afectar a una parte muy importante de la población mundial. Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), en el año 2020 la depresión será la mayor causa de bajas laborales en los países desarrollados y la segunda enfermedad más frecuente en el mundo. Después de los trastornos osteoarticulares y cardiovasculares, es, sin duda, la afección más frecuente en los consultorios de asistencia primaria o de especialidades médicas. Manifestada como depresión o enmascarada en síntomas de apariencia somática, este trastorno del estado psíquico se puede presentar en aproximadamente seis de cada diez personas, según las estadísticas. Las cifras de ventas de medicamentos antidepresivos están a la cabeza de las listas de gastos farmacéuticos en los países desarrollados, y la corriente de opinión social no deja de hacer eco de esta situación.
Entonces, ¿qué me ocurre?
Según los doctores en psiquiatría y psicología, Ángel Prieto y José Luis Besteiro, el término “depresión” se ha puesto de moda, se aplica en exceso y, por eso, en ocasiones, su uso no es acertado. La palabra “depresión” puede suponer un síntoma, un síndrome (conjunto orgánico de signos y síntomas clínicos), una enfermedad o un estado de ánimo. Por todo ello, se hace necesario diferenciar lo que es una mera situación de insatisfacción, un dolor emocional ante la pérdida de un ser querido, un sentimiento de infelicidad o cualquier otro estado negativo, de aquello que es verdaderamente una depresión.
¿Es de sentimientos?
Según Shirley Trickett, enfermera y autora de “Supera la ansiedad y la depresión”, “es una enfermedad de los sentimientos. Va desde una reacción exagerada a la tristeza normal, pasando por un sentimiento de vacío gris, hasta una desesperación absoluta, falta de esperanza y postración”. La depresión se caracteriza porque provoca una pérdida de las ganas de vivir y una incapacidad para actuar.
Tipos de depresión
Existen, según los expertos, tres tipos de depresión: externa, interna y mixta. La depresión externa responde al estado de ánimo que sufre la persona cuando se ha producido un cambio traumático en su vida, como la muerte de un ser querido, un divorcio o la pérdida de una relación, entre otras causas. La depresión interna es ocasionada por un defecto de origen desconocido en la química del cuerpo; la depresión mixta es aquella que surge como respuesta a la aparición de circunstancias adversas en la vida y una falta de capacidad para superarlas motivada por una predisposición genética.
¿Una pastilla, doctor?
El que padece de depresión es incapaz de adaptarse a los sentimientos dolorosos, por lo que no se desconecta de ellos y se queda emocionalmente muerto. En estos casos, el médico deberá decidir si es necesario recomendar el uso de fármacos antidepresivos. Los fármacos pueden resultar muy efectivos en algunas personas y les ayudarán a mejorar de manera espectacular su calidad de vida, pero también conviene saber que estos medicamentos tienen algunos efectos secundarios.
Si estás triste tienes que poner de tu parte para salir adelante, rodéate de amigos, comparte tu tiempo con personas positivas, haz deporte, son los mejores antídotos para superar una mala temporada.
Acaba con la tristeza
Acudir al médico es esencial, pero aparte te ofrecemos algunos consejos de Gwyneth Lewis, autora del libro “Tomando el sol bajo la lluvia”:
• Evita leer libros que agudicen tu melancolía. Te será más útil comprar un libro que inspire al cambio.
• No te apuntes al gimnasio de moda. El desfile de cuerpos esculturales puede empeorar tu estado de ánimo y no ayudarte a salir del hoyo.
• No tomes decisiones importantes en ese estado, puedes arrepentirte.
• Intenta no rodearte de aquellas personas que te critican o te hacen sentir mal.
• No permitas que la depresión te impida disfrutar y fíjate en los aspectos buenos de la vida.