Los Grimaldi, encabezados por el príncipe Alberto, han celebrado juntos un año más el Día Nacional del Principado.
Parece que el deseo de Raniero de Mónaco de ver unida a la familia lo ha conseguido su sucesor, Alberto II, que ha celebrado su quinta festividad nacional como soberano, arropado por sus hermanas y sobrinos.
Todos menos Ernesto de Hannover. La ausencia del esposo de la princesa Carolina en la cita marcó la jornada y vino a confirmar la crisis que atraviesa la pareja. Hacen vidas separadas desde hace ya algún tiempo y, pese a que el servicio de prensa del Principado desmintiera en septiembre los rumores de separación, lo cierto es que la princesa Carolina ha abandonado el hogar conyugal en Fontainebleau, cerca de París, donde el príncipe Ernesto permanece; se ha mudado a Mónaco, donde ha escolarizado a su hija pequeña, y no se les ha vuelto a ver juntos. Hoy tampoco.
Otra ausencia ha sido la de Charlenne Wittstock. La novia del príncipe Alberto no ha estado presente, ni lo estará en actos institucionales hasta que no se haga público su compromiso matrimonial.