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Colin Firth, en la cúspide de su carrera tras Óscar

  • Actualizado: 28 febrero 2011 /

Lea la entrevista EXCLUSIVA con el ganador del Óscar. Fotogalería: alfombra roja

La película “The king’s speech” ya había recibido en Inglaterra nada menos que 14 nominaciones en la versión británica del óscar.

Y en Hollywood resultó ser la más reconocida, con 12 nominaciones, en las que figuraban Helena Bonham Carter, Geoffrey Rush, además del premiado Colin Firth, claro. En el camino quedó la representación hispana de Javier Bardem, el ganador del año anterior Jeff Brigdes, el más jovencito Jesse Eisenberg y hasta el presentador de la ceremonia James Franco. Pero el Óscar sólo podía tener un ganador, un rey, como Colin Firth.

¿El hecho de haber ganado el óscar por representar al rey de Inglaterra le agrega algún efecto político?

No me gusta enredarme en los juicios políticos porque me doy cuenta que mis opiniones más insignificantes tienen mucha más atención de la que se merecen.

¿El óscar ni siquiera puede afectar las críticas políticas al Consulado Cinematográfico Británico por haberles dado un millón de libras para producir la cinta? ¿El éxito del Óscar quizá favorezca las futuras producciones como “The king’s speech”?

Me parece muy positivo que el Instituto de Cine Británico haya tomado ese rol y probablemente sea una señal de que el Gobierno reconoce la necesidad de una entidad como esa, que necesitan trabajar juntos para encontrar una forma de financiar películas con la cooperación del Gobierno. Por el momento, soy muy optimista.

Teniendo en cuenta el óscar y la aprobación de la reina en su interpretación del rey Jorge VI, ¿cree que lo invitarán a la próxima boda real del príncipe William?

Por lo que tengo entendido, ya enviaron las invitaciones. La mía definitivamente se perdió en algún lugar del correo (Ríe).

Jugando un poco con el título de la película, el nuevo rey del óscar tuvo su propio discurso en la ceremonia. Sin titubear un segundo, a comparación del cine, Firth se lució detrás del elegante acento británico con su lista de agradecimientos, reconociendo: “Creo que mi carrera acaba de llegar a la cima”, antes de mencionar a los otros nominados y compañeros Geoffrey Rush y Helena Bonham Carter, además de su esposa Livia.

¿Qué mensaje cree que les dejó “The king’s speech” a los que la vieron?

La verdad, no creo en dejar mensajes con mi trabajo. No me parece que los actores seamos predicadores ni filósofos. Soy una persona molestamente abierta, pero eso no significa que al contar una historia tenga que prescribir lo que la gente debe pensar ni oír. No estoy en ese negocio. Pero me impresiona la respuesta emocional de la gente, parece ser bastante personal. Y es muy variada. Obviamente los terapeutas especialistas en corregir la dicción y la gente que tiene dificultad al hablar han respondido muy bien. Esa clase de respuesta es muy poderosa para mí, porque nuestro trabajo muy a menudo es justificablemente juzgado como algo frívolo. La frivolidad es importante, pero es otro argumento. No pienso que deja un mensaje, apenas simplemente creo que ilumina un tema que se necesitaba mostrar.

¿Qué opina de una nueva versión de la película, prohibida para menores de 13 años?

No la he visto, no sé nada al respecto, solamente tengo información de segunda mano. ¿Cortaron las escenas de los insultos? Si es así, no lo apoyo, porque me parece que la película tiene su integridad, tal cual y como está. Pienso que esa escena pertenece exactamente donde está, tienen un propósito. Y yo no soy alguien que es muy casual en ese tipo de lenguaje. No me causan gracia. Llevo a mis hijos a ver partidos de fútbol y jamás podría hacerlo si quisiera protegerlos de esa clase de malas palabras. Odio escuchar ese lenguaje a su alrededor, pero tampoco voy a negarles la experiencia de ver un buen partido, en vivo. Me molesta escuchar insultos en los oídos de mis hijos y por eso no tomo el tema a la ligera. Pero el contexto del filme no pudo haber sido editado más apropiadamente. No es vicioso, ni ofende a nadie, sólo se trata de un hombre que quiere liberarse usando malas palabras.

Después de tartamudear tanto en el rodaje de la película... ¿nunca tartamudeó en su casa?

Sí, sí. No sé porqué. Supongo que tiene que ver con la memoria del entrenamiento muscular. Si practicas piano todos los días, algo en tu cerebro se va a adaptar, dejando un mensaje subliminal. Probablemente es lo que pasó conmigo. Tampoco es un verdadero tartamudeo como el de mi rol, sino la interferencia de hablar fluidamente. Y no solo me pasó a mi, también al director.

¿Y alguna vez le pasó en su vida privada, de titubear en cierto momento importante?

Sí, cuando conocí a mi esposa, en Colombia. Nos conocimos en Cartagena, una ciudad tan hermosa como su gente. Yo estaba en las escalinatas de una iglesia muy antigua, en la plaza de la ciudad. Y cuando la vi llegar entre la gente, un rayo me partió el corazón.

¿El mejor consejo del director?

Me dijo “Trata de desaparecer lo más que puedas”, porque yo soy mucho más grande que Jorge VI. Por eso me puso en la punta de un gran sofá, por eso me ves en el borde del cuadro, rodeado siempre por espacios abiertos.

Y ahora que se terminaron todas las entregas de premios, ¿Cómo piensa aprovechar el tiempo libre?

Ya empecé a tener fantasías sobre lo que quiero hacer. Pienso ponerme a cocinar, muchísimo.