Fue la elección de reparto perfecta, pero Claire Foy sabía desde un principio que no iba a durar. 'Siempre supe que iban a ser dos temporadas', comentó sobre su papel ganador del Globo de Oro como la Reina Isabel II en 'The Crown', de Netflix, que este viernes ofrecerá nuevos episodios.
'Y eso ha sido algo así como una forma extraña de hacer que lo atesores más, porque sólo vas a tener un tiempo finito con estos personajes'.
Foy dejará la serie al final de la nueva temporada, como estaba planeado, con Olivia Colman (Broadchurch) asumiendo el papel en las siguientes dos.
Mientras que la temporada uno estuvo llena de pompa y circunstancia al tiempo que una Isabel de 25 años ascendía al trono en 1952, la segunda hace a un lado las joyas de la corona para examinar las relaciones de la monarca con su esposo cada vez más distante, el Príncipe Felipe (Matt Smith), y con su alienada hermana, Margarita (Vanessa Kirby), a medida que Londres se alista para moverse al ritmo de los 60.
'Creo que ella voltea a su alrededor y dice: 'las cosas son muy diferentes'', expresó Foy, de 33 años, sin un dejo de acento o pose real, en el Hotel Greenwich en Lower Manhattan, tras arribar de Londres, donde vive con su esposo, el actor Stephen Campbell Moore, y la hija de casi 3 años de la pareja.
'Está cambiando el panorama político. Su esposo se ha convertido en alguien más. Su hermana se ha convertido en alguien más. Y ella piensa 'entonces ¿quién soy?'. Creo que tiene algo así como una crisis de identidad'.
La nueva temporada muestra a la Reina lidiando dolorosamente con envejecer en medio del auge del sexo, las drogas y el rock en la cultura británica.
La historia de la mediana edad es muy importante. Simplemente no creo que Isabel jamás haya pensado en su apariencia. Nunca fue significante para ella. Y luego lo fue, porque la gente la juzgaba. Es entonces que ella lidia con esto, que repentinamente se da cuenta de que ya no es una jovencita.
Es especialmente devastador cuando todo Londres, incluyendo el esposo de Isabel, se anima con la visita del Presidente John F. Kennedy y su esposa.
'Me encantan esos episodios porque éstas eran dos parejas que parecían ser totalmente diferentes entre sí, pero tenían algo en común, que eran las parejas más seguidas del mundo'.
'Y ambas tenían tensiones en su matrimonio, y era fascinante. Pero es sabido que (la Reina y Jacqueline Kennedy) no tuvieron una reunión particularmente cordial en un principio'.