Los cineastas centroamericanos han logrado récords de producción en el último año; pero ahora encaran otro gran desafío para hacer sostenible su labor en el tiempo: la distribución de sus cintas.
Con casi la totalidad de las salas de cine de la región conectadas a los circuitos norteamericanos de distribución y una devoción de los espectadores hacia Hollywood, la exhibición masiva de filmes centroamericanos es un reto titánico para sus creadores.
Para enfrentar este desafío, realizadores centroamericanos comenzaron a capacitarse en mercadeo y redes de distribución la semana pasada, en un seminario organizado por Fundacine, una ONG con sede en San José que promueve la producción cinematográfica regional.
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“Algunas de las películas centroamericanas ganaban premios muy importantes en festivales internacionales, pero no las hemos distribuido bien”, dijo la directora de Fundacine, María Lourdes Cortés.
“Para que yo vea una película centroamericana, argentina o mexicana tiene que haberla comprado (una distribuidora) de Estados Unidos, porque el 99.9% de las salas (centroamericanas) están conectadas al circuito de distribución de Estados Unidos”, declaró Cortés a la AFP.
“Por esto necesitamos aprender sobre mercadeo, distribución, derechos de autor, porque no sabemos nada de eso. Necesitamos saber cómo hacer circular nuestro material básicamente en los círculos latinoamericano y europeo”, agregó.
Hasta hace algunos años, el principal problema del cine centroamericano era la escasa producción; pero ésta ha venido aumentando y mejorando técnicamente, por lo que el escollo ahora es la distribución.
En 1990, sólo se filmó una cinta en el istmo (guatemalteca), mientras que este año han sido rodadas 36, principalmente en Guatemala (12) y Costa Rica (9), dijo Cortés.
Estas nueve cintas costarricenses igualan toda la producción nacional del siglo XX, pero en Panamá, adonde grandes estudios han rodado filmes de James Bond, la producción nacional sigue siendo muy escasa, dijo Cortés.
Entre las recientes producciones en la región destacan “La Yuma” (Florence Jaugey, primera película rodada en Nicaragua en 20 años); “Gasolina” (Julio Hernández Cordón, Guatemala), que ganó el premio Horizontes en San Sebastián en 2008; y “A ojos cerrados” (Hernán Jiménez, Costa Rica).