En medio de rumores de problemas maritales e incluso de un posible divorcio, Ben Affleck ha estado viviendo en una casa diferente a la que compartía con su esposa, Jennifer López, de acuerdo con medios estadounidenses.
Ayer, el portal Page Six publicó fotografías del ex intérprete de Batman a bordo de un auto, abandonando una residencia en el barrio de Brentwood, en Los Ángeles, donde ha pasado, según reportes, al menos la última semana.
La lujosa mansión que compró junto con la cantante y actriz, por más de 80 millones de dólares y pensada para ser el nido de amor de la pareja, se encuentra ubicada en Bel Air.
En las imágenes, al actor y cineasta, de 51 años, luce en su mano su anillo de bodas, aunque diversos medios insisten en que el matrimonio está en crisis.
Las especulaciones explotaron la semana pasada luego de que Jennifer López, de 54 años, acudiera en solitario a la gala del Met de Nueva York.
Aunque su ausencia en el evento de moda fue acreditada al rodaje de una película, Ben Affleck sí estuvo presente un día antes en la grabación del Roast de la ex estrella de la NFL Tom Brady, publicó TMZ.
La revista InTouch, por su parte, reportó que Affleck y López se encuentran tomando terapia para solucionar sus conflictos conyugales.
JLO le da “like” a mensaje sobre problemas de pareja
Los rumores de su supuesta separación se han intensificado después de que la cantante le diera “me gusta” a una publicación en Instagram sobre “relaciones rotas” el pasado jueves.
En concreto, la artista secundaba con su gesto las palabras de la terapeuta de parejas Lenna Marsak, que hablaba de los desafíos que muchas personas se encuentran en las relaciones.
Entre otras cosas, donde no hay “integridad y respeto” o con alguien que “carece de habilidades de comunicación efectiva”. Dentro del carrusel de imágenes que compartía Marsak, también hay afirmaciones como: “No se puede construir una relación sana con alguien que carece de integridad y seguridad emocional”.
La terapeuta también indica que “empezar una relación es lo fácil. Nutrirla y cuidarla es otra historia. Amar no es un sentimiento. Es una acción”. Añade también que: “No podemos esperar que alguien nos vea cuando nosotros ni siquiera podemos vernos a nosotros mismos”.