13/12/2025
12:01 AM

Absolutismo y relativismo semántico

Palabras como banco, plasma, papel, radio y sobre tienen más de un significado: son homógrafas; otras presentan varios significantes para un solo concepto: muerto, difunto, cadáver, restos, exánime son sinónimas.

    Palabras como banco, plasma, papel, radio y sobre tienen más de un significado: son homógrafas; otras presentan varios significantes para un solo concepto: muerto, difunto, cadáver, restos, exánime son sinónimas.

    También están los términos que expresan oposición conceptual: día-noche, bueno-malo, blando-duro, éstos son antónimos. Pero son pocos los casos en que dos palabras son absolutos antónimos. Si un ser no está vivo, necesariamente tiene que estar muerto; un ser viviente es macho o es hembra, una persona es hombre o es mujer; no hay gradaciones en estos casos, son oposiciones categóricas.

    Pero si alguien no es rico, no tiene obligatoriamente que ser pobre; si no tenemos calor tampoco es imprescindible que esté haciendo frío. Cuando un antónimo no acepta gradación es absoluto: dentro-fuera, gato-gata.

    Pero si esta relación admite matices, entonces la antonimia es relativa: grande-mediano-pequeño; alegre-afligido-aburrido-triste; amor-repugnancia-odio.

    Igual sucede con las palabras sinónimas que no siempre significan lo mismo; su concepto responde a un contexto referencial. Por ejemplo 'embarcación' comparte un campo semántico con buque, navío, carabela, yate, bote, goleta. Alguien diría que Colón vino en un navío, pero no en un transatlántico. Leer es sinónimo de descifrar, interpretar, estudiar, analizar, pero un presentador de noticias lee las informaciones y no siempre las analiza porque no es ése su principal propósito.

    Contexto

    Es por eso que cada sinónimo debe ser puesto de manera precisa, exacta y contextual para no caer en oscilaciones interpretativas. No quiere decir que no haya sinónimos absolutos, claro que hay: fémina es sinónimo categórico de mujer; no hay otro referente para fémina que no sea mujer. En cambio, boda y matrimonio, que son sinónimos, discrepan algunos rasgos semánticos. Podemos decir que la boda fue realizada por el alcalde o que el matrimonio fue realizado por un notario; pero no cabe la idea de decir que 'esa boda tiene dos niños' y sí 'ese matrimonio tiene dos hijos'.

    La sinonimia puede dar lugar a tabúes porque hay significantes que resultan imprudentes. No tiene la misma carga emotiva decir 'mi madre está preñada' que 'mi madre está embarazada' aunque no difieren en lo absoluto. Es aquí donde entran los eufemismos para suavizar las frases: 'Mi madre está esperando'.

    La lengua también tiene su segmento de connotación, ese espacio en que las palabras trascienden su significado original, quizá por alusión o relación con otra realidad verbal. Es aquí donde la sinonimia hace presencia, pero ya es por razones puramente estilísticas y no de simple denotación comunicativa. La metáfora es una figura que encierra vínculos analógicos entre oraciones, frases y palabras: 'Las perlas del rocío' encierra una tropo donde perlas alude a las gotas; de ninguna manera se puede pensar en que perla es sinónimo de gota. Lo que se hizo, en este ejemplo, fue trasladar el sentido original de una palabra a otro figurado, en virtud de una comparación sobreentendida. Si el lector u oyente no tiene conceptos básicos de connotación puede caer en problemas de apreciación por la subjetividad que entrañan los contenidos codificados en el lenguaje literario.