Todas las mujeres tienen hábitos que parecen inofensivos, pero a la larga son dañinos para la belleza.
Cosas tan simples como cruzar las piernas, tomar los jugos con pajillas o de vez en cuando acostarse sin lavarse la cara son algunas costumbres que con el tiempo pasan la cuenta al cuerpo y a la piel.
La cosmetóloga Alicia Yacamán explica que la piel del rostro es la que más sufre con algunos hábitos antibelleza. Por ejemplo, el no dormir las ocho horas recomendadas por los médicos provoca envejecimiento prematuro, piel marchita y deshidratada.
¡Claro! existe un hábito común entre todas las mujeres y es que por cansancio optan por no desmaquillarse antes de ir a la cama y amanecen con tremendas ojeras, poros abiertos más resaltados y un tono amarillento en el rostro.
“Aunque se duerma bien, pero si no hay una rutina de higiene por las noches, no se está logrando nada”, dice la experta.
Existe otro hábito y es el de secarse y plancharse el cabello por lo menos dos veces por semana, se ve bellísimo y la mujer se siente más segura de sí misma; pero el daño que provoca es resequedad, puntas partidas y caspa.
Es bueno que el cabello se seque de forma natural cuando no se tiene ocasiones especiales, pero de vez en cuando siempre hay que darle forma y eso sólo se logra con tratamientos específicos que incluyen la secadora, dice Oneyda Rivera, de Rostros.
1. Secados
Aproveche el clima fresco para secarlo naturalmente, utilice productos orgánicos e hipoalergénicos para mantenerlo en su lugar. No hay nada mejor que una cabellera bien cuidada.
2. Cruzar las piernas
Es una costumbre de toda mujer sin pensar en todo lo que sufren las venas y pies con esta actitud. Esto provoca la formación de várices, hinchazón y celulitis persistente.
3.Zapato alto
Se ven bellísimos y mejoran su figura. Pero el tacón desplaza el peso del cuerpo hacia delante, lo que genera tensión sobre un punto definido y ocasiona un mal riego sanguíneo, además de deformaciones óseas y daños a la columna vertebral.
4.Descanso
Cuando se es joven la diversión es lo que cuenta, esto incluye noches de parrandas hasta la madrugada y desvelo acumulado. El no dormir bien puede provocarle daños emocionales como ansiedad; pero es la piel quien sufre más al dar un aspecto envejecido, con arrugas prematuras y poros abiertos.
5. Morderse las uñas
Morderse las uñas o los dedos por nervios, aburrimiento o hastío daña terriblemente las manos. Además de que las uñas se quiebran, astillan y lastiman desde la raíz dificultando su recuperación. Las manos pueden llegar a mancharse luciendo opacas y sin vida; es un hábito del que se debe despedir cuanto antes.
6. Tomar con pajilla
Pedir una bebida fría, con hielo y una pajilla para ingerirla es una costumbre que puede provocarle hasta el 30 por ciento de las marcas faciales que después tratará de combatir con cremas antiarrugas. Esas líneas de expresión profundas alrededor de la boca y en los labios se deben en gran parte a este hábito que tanto amamos.
7. Desmaquillarse
Con un buen maquillaje puede cubrir imperfecciones hasta marcar sus rasgos más finos. Pero lo peor que puede hacer es irse a la cama con el maquillaje puesto. Es importante que se desmaquille para que la piel respire y se reponga de forma natural.
