México. Se sabe que el mejor lugar para comer es la mesa, pero en la actualidad los malos hábitos adquiridos de la cultura estadounidense le llevan a alimentarse hasta en la cama.
Al respecto la nutrióloga Magnolia Muñoz habló de una serie de espacios que por costumbre y malos hábitos se han vuelto escenario de nuestros almuerzos, comidas y cenas.
“De un tiempo para acá la gente ha dejado de sentarse en la mesa y come casi casi que en cualquier lado, hay gente que se la pasa todo el día vuelta y vuelta y de plano ya se acostumbraron a comer en cualquier parte.
“Yo creo que no comen en el baño porque es más difícil meter ahí una mesa”, dijo la experta en son de broma.
Proceso
Es cierto que el tiempo no es un aliado para quienes trabajan o tienen poco tiempo para descansar y darse el momento de comer como debe ser.
Aquellos quienes cumplen con estas características y padecen algún grado de obesidad deberían considerar la opinión de la nutrióloga a la hora de exponer que ciertos lugares no favorecen en nada a quienes buscan bajar de peso. Sin poner un orden de jerarquía la nutrióloga destacó cinco lugares que resultan los peores para quienes padecen algún tipo de obesidad.
“Comer frente al televisor es uno de los lugares menos indicados ya que este funciona como un distractor y comúnmente come en exceso sin darse cuenta.
“El otro es comer en la cama, porque hay mucha gente que desayuna o cena en la cama y es malísimo, la digestión es más lenta y no es del todo eficiente”. explica la experta.
En la calle tampoco es lo más recomendable, ya que comúnmente se encuentran los alimentos con más grasas y cocinados bajo precarias normas higiénicas. Comer en el trabajo no está del todo mal, lo malo es comer durante el trabajo ya que en esos momentos come más apresuradamente, lo que tampoco beneficia a la digestión.
“El carro o el camión es muy sucio, hay gérmenes y bacterias en los asientos, el volante y la palanca de los cambios, y obviamente que si va manejando puede ser hasta mortal”, asegura la nutrióloga.
