España.
A Robert Redford le gusta “desafiar sus límites” en el cine y eso es lo que hace en A Walk in the Woods, un proyecto que el actor quería haber realizado junto a su amigo Paul Newman y que dejó aparcado a su fallecimiento, hasta que se encontró con Nick Nolte.
Así lo explica en una entrevista telefónica con Ken Kwapis, el director de una película recién estrenada y en la que Redford, que la protagonizada y produce, sigue tratando de superarse a sí mismo, como ya había hecho en su anterior proyecto, también muy duro físicamente, All is Lost.
“Está físicamente muy bien y le gusta desafiar sus límites”, resalta Kwapis, que considera sin embargo que lo más difícil que hace el actor no es meterse en papeles muy físicos para sus 79 años, sino mostrar una contención y una expresión sin palabras muy difícil de igualar.
Espectacular
En All is Lost el “verdadero desafío fue trabajar sin diálogo” y en A Walk in the Woods es actuar “de forma sencilla, sin grandes gestos”, en una película además que está lejos de las cintas de mucha acción y gran espectáculo a las que está acostumbrado el público, opina Kwapis.
Redford interpreta a Bill Bryson, un escritor de guías de viaje, que decide aventurarse en un complejo trayecto de más de 3,500 kilómetros, los que componen el sendero de los Apalaches en Estados Unidos, que transcurre desde el estado de Georgia al de Maine.
Basada en la experiencia narrada en un libro por el británico Bryson, la película está coprotagonizada por Nick Nolte, un problemático viejo amigo, con una forma física muy poco recomendable.
A Robert Redford le gusta “desafiar sus límites” en el cine y eso es lo que hace en A Walk in the Woods, un proyecto que el actor quería haber realizado junto a su amigo Paul Newman y que dejó aparcado a su fallecimiento, hasta que se encontró con Nick Nolte.
Así lo explica en una entrevista telefónica con Ken Kwapis, el director de una película recién estrenada y en la que Redford, que la protagonizada y produce, sigue tratando de superarse a sí mismo, como ya había hecho en su anterior proyecto, también muy duro físicamente, All is Lost.
“Está físicamente muy bien y le gusta desafiar sus límites”, resalta Kwapis, que considera sin embargo que lo más difícil que hace el actor no es meterse en papeles muy físicos para sus 79 años, sino mostrar una contención y una expresión sin palabras muy difícil de igualar.
Espectacular
En All is Lost el “verdadero desafío fue trabajar sin diálogo” y en A Walk in the Woods es actuar “de forma sencilla, sin grandes gestos”, en una película además que está lejos de las cintas de mucha acción y gran espectáculo a las que está acostumbrado el público, opina Kwapis.
Redford interpreta a Bill Bryson, un escritor de guías de viaje, que decide aventurarse en un complejo trayecto de más de 3,500 kilómetros, los que componen el sendero de los Apalaches en Estados Unidos, que transcurre desde el estado de Georgia al de Maine.
Basada en la experiencia narrada en un libro por el británico Bryson, la película está coprotagonizada por Nick Nolte, un problemático viejo amigo, con una forma física muy poco recomendable.