La terminal de graneles sólidos de Puerto Cortés, operada bajo concesión por el consorcio Logra-TEH, se encuentra bajo presiones y reclamos de los importadores porque no logra atender con celeridad los buques que transportan carga a Honduras.
En los últimos días, las cámaras de comercio de Tegucigalpa y San Pedro Sula y el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) informaron que los importadores registran pérdidas millonarias por pagos innecesarios derivados de la espera de los buques en bahía antes de atracar.
Periodistas de Diario LA PRENSA confirmaron en los últimos días que hasta diez barcos graneleros forman filas por varios días debido a que la terminal no tiene la infraestructura para atender varios al mismo tiempo.
Registros de Marine Traffic, una compañía con sede en Reino Unido dedicada al rastreo e inteligencia marítima, indican que algunos buques han esperado entre 10 y 20 días en bahía para luego someterse al proceso de descarga que demora entre 2 y 8 días, según las toneladas métricas transportadas.
La excesiva demora obliga a los importadores -dicen las organizaciones empresariales- a pagar hasta $40,000 por cada día que un barco espera en bahía. Calculan que entre enero y septiembre, han gastado alrededor de $1.5 millones, más de L36 millones por más de 120 días de atraso.
Mateo Yibrin, presidente del Cohep, advierte que la lentitud en la terminal “está provocando pérdidas a toda la industria alimenticia, al petróleo, la industria textil, porque al importador de la carga le cuesta $10,000, $20,000 ó $30,000 diarios de sobrecosto y ese sobrecosto no se lo pagan al gobierno de Honduras, ni a alguien de Honduras, ese dinero va a las manos de la empresa dueña del barco que está en el extranjero”.
“Esto está provocando mayor inflación en Honduras. Toda la importación y exportación de carga a granel se hace a través de esa terminal: el trigo que importamos para hacer pan, el maíz para hacer tortillas, el maíz para engordar pollos, cerdos y ganado, el arroz que comemos, el fertilizantes para los productores agrícolas y químicos para la industria textil”, dijo.
El 31 de mayo de 2013, la Empresa Nacional Portuaria (ENP), por medio de la desaparecida Comisión para la Promoción de la Alianza Público Privada (Coalianza), le otorgó en concesión por un período de 20 años el muelle número 3 a Grupo Logra de México y Terminales Especializadas de Honduras (TEH) para que lo convirtiera en una terminal de graneles moderna con una inversión referencial de $52.8 millones.
Competitividad
De acuerdo con TrainForTrade, programa de gestión portuaria de la Unctad, en promedio, en el mundo, los barcos que transportan graneles permanecen en un puerto 3.5 días, un poco más que los barcos porta contenedores, los cuales demoran 1 ó 2 días.
Con el dilatado período de espera, la terminal hondureña de graneles está automáticamente fuera de competencia, pues, según TrainForTrade, “la brevedad del tiempo en puerto es un indicador positivo del nivel de eficiencia y la competitividad comercial de un puerto. Los países con los mayores tiempos de permanencia en puerto son principalmente países en desarrollo o países menos adelantados”.
Esta terminal, en 2013 (cuando el consorcio Logra-TEH obtuvo la concesión) recibió 137 buques graneleros. Desde entonces hasta 2019 (antes de Covid-19) registró un promedio de 137 atraques anuales en el muelle. Pese a la parálisis económica y comercial provocada a nivel mundial por la pandemia, en 2020 llegaron 160 y en 2021,155, según la Comisión Centroamericana de Transporte Marítimo (Cocatram), organismo del Sistema de la Integración Centroamericana (Sica).
Yibrin le dijo a Diario LA PRENSA que el Gobierno anterior “cometió el grave error de darle el monopolio y exclusividad a TEH sobre el manejo de carga de graneles de todo Honduras, nadie más puede tener descarga de esos graneles. Ellos tienen una operación que cada vez es más ineficiente, un barco en vez de tardarse 2 días, se tarda 10, 20 días”.
Para descongestionar la bahía, el presidente de Cohep le ha sugerido al Gobierno la utilización del muelle 4, que está en la terminal de contenedores de la Operadora Portuaria Centroamericana (OPC) y otro que administra la empresa Avanza para carga a granel de minerales inorgánicos y líquidos.
Pero la ENP le ha aclarado a los empresarios que por ahora no puede “hacer nada” en vista de que el muelle 4 es operado por la concesionaria OPC y para que la compañía TEH lo utilice temporalmente deben esas dos empresas establecer un acuerdo con autorización de la Administración Aduanera de Honduras.
La ENP, propietaria de toda la infraestructura portuaria marítima, espera recuperar el control del muelle 4 en marzo de 2023 y construir otro a finales de 2022 para emplearlo en carga y descarga de líquidos y graneles.
Fausto Cálix, director ejecutivo de la Administración Aduanera de Honduras, observa “incapacidad” en la consorcio Logra-TEH para operar la terminal de graneles. El Gobierno, según él, le ha solicitado propuestas para solucionar el problema, sin embargo, no han presentada “ninguna”.
“Nosotros, el lunes (hoy) nos reuniremos con OPC, ENP, Aduanas, Cohep y los depositarios (de la terminal) para darle salida a esta situación”, dijo Cálix al ser consultada por Diario LA PRENSA.
En caso de que el consorcio Logra-TEH no llegue a un acuerdo con el Gobierno, muchos importadores tienen previsto utilizar la terminal del puerto Santo Tomás de Castilla, localizado en Puerto Barrios, Guatemala.
Santo Tomás, ubicado a 191 kilómetros (por carretera) de Puerto Cortés, también registró un aumento en el número de graneleros que atracan, de 37 (2013) pasó a 125 (2021).La Empresa Portuaria Nacional Santo Tomás de Castilla (Empornac) tiene en este momento un plan de inversión para ampliar la infraestructura con el fin de reducir los tiempos de espera.