El aumento del salario mínimo de 3,448 a 5,500 lempiras ha sido un terrible golpe para los empresarios.
La dirigencia obrera recibió el alza con satisfacción, pero para los sectores empresariales es una medida 'populista' del presidente Manuel Zelaya contra ellos porque rechazaron el ingreso del país en la Alba.
El presidente de la asociación de panaderos, Jimmy Dacaret, lo denunció como un acto 'irresponsable del presidente Manuel Zelaya' y anunció que en 2009 el valor del pan tendrá un incremento por la dificultad de producirlo.
'Con este ajuste salarial no tenemos capacidad para mantener a todos nuestros empleados, no podremos producir cantidad y por ello tendrá que venir un fuerte incremento en el precio del producto', sentenció.
La bolsa de pan molde de 600 gramos se vende en promedio a 27 lempiras, según lo estima el Instituto Nacional de Estadística.
Ahora se verá más dinero en los mercados, pero también precios más altos. Lo que antes era una esperanza para muchos consumidores se vuelve pesadilla, pues no se logrará la estabilización de precios.
Dacaret señala que se presentarán dos fenómenos: al disminuir a los empleados se reduce la capacidad de producción y no existirá concordancia entre oferta y demanda 'en otras palabras, la gente va a tener dinero y nada que comprar'.
En alusión al rechazo de los empresarios, que amenazan con despidos, el presidente Manuel Zelaya dijo que el nuevo salario mínimo abarcará a unos 600 mil trabajadores, pero que no cubre la canasta básica de alimentos, cuyo costo es de 6,200 lempiras.