Unas 19 embarcaciones dedicadas a la pesca de langosta de buzo comenzaron a llegar de los bancos de pesca con una producción satisfactoria, a pesar del temor de los hondureños de ser capturados por los guardacostas nicaragüenses en el meridiano 82 y norte del paralelo 15.
'En su mayoría los botes traían de 50 a 70 cajas de langosta. Eso lo consideran un buen viaje que les ayudará a hacer frente a sus compromisos', dijo Miguel Ramírez, de la Marina Mercante.
El representante regional de la Dirección de Pesca y Acuicultura, Digepesca, Ramón Caceres, informó, sin embargo, que hay quejas de los pescadores porque el primer viaje no resultó como en años anteriores por las limitaciones del territorio de pesca en el Atlántico.
'Afortunadamente, el tamaño de la langosta es apropiado, aunque la cantidad no sea la mejor', agregó Cáceres.
Los industriales
Para Nelson Gough, uno de los dueños de embarcaciones pesqueras, la producción de langosta obtenida se puede considerar una de las mejores, aunque los próximos dos viajes de la flota serán menos productivos. 'Gracias a Dios que las pláticas que han dado ciertos resultados. Además de la producción, hay que tener en cuenta que por la escasez de combustible en la costa atlántica los guardacostas nicaragüenses no pudieron patrullar. Lo más importante es que los pescadores han acudido al área gris, ejerciendo soberanía nacional a pesar del temor, y me alegra porque no se pudo capturar a ninguna de las cuatro que estaban pescando en la zona', dijo Gough.
Unión hace la fuerza
La recomendación a todas las embarcaciones es que estén comunicadas para reaccionar al unísono y ayudarse unas a otras, haciendo valer así la soberanía del país en esas aguas.
'Encontramos que las patrullas de la Naval de Honduras, después de varios análisis, no sirven y se debe exigir al Gobierno equipar esas unidades de seguridad para ejercer la soberanía en el país y proteger a nuestra flota', agregó.
Los pescadores aún analizan los efectos del primer viaje, pues el precio de la libra de langosta bajó a 250 lempiras, perjudicando a los industriales, pero es equitativo respecto al precio internacional, que desde enero comenzó a bajar.
Diésel ahoga a pescadores nicaragüenses
Managua. La flota pesquera industrial nicaragüense redujo en un 50 por ciento sus salidas al mar, a causa de los altos costos de los combustibles, que constituyen aproximadamente el 60 por ciento de sus gastos de operación, pero también porque los precios de la langosta en el mercado mundial están bajando, dijo Armando Segura, director ejecutivo de la Cámara de la Pesca de Nicaragua, Capenic.
Según el funcionario, la situación pone en peligro el empleo de poco más de 50 mil personas, en forma directa o indirecta, y admitió que 'estamos halándonos de los pelos porque el diésel es el principal insumo que utiliza la industria pesquera, y si sigue esta tendencia al crecimiento de los precios, varias empresas tendrán que cerrar operaciones en el corto plazo'.
El director ejecutivo de Capenic afirmó que el sector pesquero no puede operar con los precios actuales del combustible en el mercado internacional; por lo tanto, sólo está trabajando el 50 por ciento de la flota pesquera y 'los indicadores internacionales dicen que se continuará elevando el precio del petróleo, lo que nos tiene preocupadísimos porque es insostenible'.
La flota pesquera industrial, que se dedica fundamentalmente a la pesca de camarón y langosta, es de aproximadamente 120 barcos, cien en la costa caribe y unos 20 en el Pacífico, y da empleo a unas ocho mil personas, sin tomar en cuenta alrededor de mil lanchas y botes de pescadores artesanales. Según Segura, hace poco menos de un año tenían la expectativa de que el valor del barril de petróleo se contuviera en 120 dólares.
