Juticalpa, Olancho. Los altos costos de producción y bajos precios del quintal de maíz tiene asfixiados a los productores olanchanos al grado de amenazar con dejar atrás el cultivo si no reciben apoyo financiero del Gobierno.
En los últimos años el valor del quintal del grano ha oscilado entre L275 y L300. Mientras, cultivar en una manzana les cuesta L17 mil.
Aunque Olancho tiene la capacidad de cubrir el 55% de la demanda nacional, lo que lo convierte en el principal proveedor, las siembras en la zona han decrecido significativamente.
“Si el Gobierno no implementa sistemas de riego, garantiza la compra del grano a un precio justo y apoya con financiamiento a los agricultores, este año no cultivaremos”, advirtió Ramón Oliva, presidente regional de Prograno en Olancho.
Los problemas
En escala nacional, se contabilizan alrededor de 20 mil productores de maíz, entre pequeños, medianos y grandes, de los que la mitad, aproximadamente, residen y se dedican a dicha actividad en Olancho.
Cerca del 40% que se dedicaba a la siembra del grano en ese departamento ha emigrado a otros rubros, entre los que figuran la sandía, la caña de azúcar y la palma africana, “porque resultan más rentables”, dice Ramón Oliva.
Oscar Vindel, productor en Juticapa, Olancho, cuenta que se vio obligado a cambiar de cultivo porque apenas lograba recuperar el dinero que invertía durante la producción.
Vindel lleva tres años sembrando sandía y asegura que mientras no existan garantías para los maiceros no volverá a cultivar.
“Por más que tecnifique mi finca y traté de vender el mejor producto, los bajos costos del grano en el mercado me impidieron crecer”, manifiesta.
Otro ejemplo que evidencia la crisis en el sector es doña Carmen Erazo, quien dejó de sembrar en 1,200 manzanas hace cinco años para emigrar a la ganadería.
Erazo menciona que desde que se comenzó a importar grano, las garantías para los compradores locales se redujeron.
De los 12 millones de quintales que se consumen cada año en el país, los productores nacionales aportan 8.5 millones.
José Flores, administrador de Arli Comercial, una empresa que se dedica al secado de grano, lamenta la situación que atraviesan los productores, pues en sus bodegas permanecen almacenados más de 20 mil quintales de la cosecha del año pasado que aún no han podido comercializar.
Héctor Rolando, productor de maíz desde hace 40 años, intenta amortiguar las pérdidas mediante la siembra de semillas transgénicas (plantas más resistentes).
Por su parte, Jacobo Paz, titular de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG), anticipa que se firmará un convenio para establecer el precio antes de la cosecha de primera que comienza en junio, con el fin de darle tranquilidad a los productores.