11/12/2025
12:20 AM

Hugo Molina Botrán propone la economía circular como el modelo de agricultura que debe realizarse en Latinoamérica

  • 05 agosto 2024 /

La economía circular es un modelo de producción sostenible que busca diseñar un sistema capaz de reutilizar productos existentes, transformándolos en subproductos o generando valor añadido dentro de un proceso productivo, en lugar de ser considerados simplemente como desechos. A diferencia del modelo económico lineal tradicional, basado en el esquema “producir, usar y tirar”, la economía circular busca cerrar el ciclo de vida de los productos, según los comentarios Hugo Molina Botrán.

Aunque a primera vista este concepto pueda parecer más relevante para industrias modernas y desarrolladas, alejadas del estereotipo de economías tradicionales como la agricultura y la ganadería, una entrevista exclusiva con Hugo Molina Botrán, experto agrícola y empresario guatemalteco, revela cómo la economía circular está emergiendo como una solución transformadora para la agricultura en Guatemala y Latinoamérica. Esta estrategia no solo mejora la sostenibilidad, sino que también ofrece oportunidades innovadoras para enfrentar los desafíos agrícolas actuales.

Beneficios de la economía circular en la agricultura: aportes de Hugo Molina Botrán

La economía circular maximiza el aprovechamiento de los recursos disponibles”, explica Hugo Molina Botrán. “Nuestro objetivo es reutilizar y reciclar para reducir el desperdicio y aumentar la eficiencia. Además, buscamos dar valor a lo que antes se consideraba desecho, generando ingresos adicionales o ahorros que impactan positivamente el costo agrícola de los productores”.

Esta filosofía se traduce en prácticas agrícolas que minimizan el impacto ambiental y mejoran la productividad. En este modelo circular aplicado a la agricultura, se incluyen la reutilización de subproductos agrícolas, la implementación de técnicas de compostaje, el uso eficiente del agua y la energía, y la reducción de desechos. Por ejemplo, los restos de cultivos que anteriormente se desechaban ahora se convierten en compost, mejorando la fertilidad del suelo sin necesidad de fertilizantes químicos costosos.

La agricultura circular aspira a crear sistemas que imiten los ciclos naturales, convirtiendo residuos en insumos y utilizando los recursos de manera más eficiente. Esto promueve la sostenibilidad y la resiliencia. Además, al reducir la dependencia de recursos externos y aprovechar los materiales disponibles localmente, se fortalece la estabilidad económica de las comunidades agrícolas.

Aunque esta práctica lleva décadas desarrollándose en algunos países tecnológicamente avanzados, en América Latina apenas está emergiendo y comenzando a generar valor para los productores, la sociedad y el medio ambiente. En ciertos países, se están implementando programas que buscan demostrar los beneficios de la economía circular en la agricultura y otras industrias. Estos programas incluyen capacitaciones para agricultores, inversiones en tecnologías de reciclaje y compostaje, y la creación de redes de intercambio de subproductos entre diferentes sectores agrícolas e industriales. Como indica Hugo Molina Botrán, “lo que antes se consideraba un desecho o desperdicio de una actividad productiva, hoy representa la oportunidad de desarrollar un subproducto para otra industria”. Esto no solo beneficia al productor, quien genera ingresos adicionales a su actividad principal, sino que también ahorra recursos al comprador que se abastece localmente y favorece al planeta mediante una mejor gestión de recursos y la reducción del impacto ambiental.

Ejemplos de economía circular en Guatemala

En Guatemala, existen numerosos ejemplos de prácticas agrícolas sostenibles. Algunos agricultores están utilizando residuos orgánicos de la cosecha como compost para enriquecer el suelo, reduciendo la necesidad de aplicar fertilizantes químicos y mejorando la salud del suelo a largo plazo.

Algunas plantaciones de banano en Guatemala han implementado sistemas de riego que reutilizan el agua de los procesos de lavado de frutas, reduciendo significativamente el consumo de agua fresca. Esto no solo reduce los costos de producción, sino que también ayuda a preservar un recurso vital en regiones con escasez de agua.

Desde la reutilización de subproductos agrícolas, la implementación de sistemas de riego eficientes, hasta la generación de energía por biomasa, estamos viendo cómo estas prácticas pueden llevar a una agricultura y agroindustria más sostenible y rentable”, concluye Hugo Molina Botrán.

¿Cuál es el primer paso para implementar prácticas de economía circular en la agricultura?

Implementar prácticas de economía circular en las plantaciones requiere un cambio de mentalidad y la adopción de tecnologías innovadoras,” afirma Hugo Molina Botrán. Además, subraya la importancia de la educación y la capacitación en este proceso. “Es fundamental proporcionar a los agricultores las herramientas y el conocimiento necesarios para adoptar estas prácticas. No solo mejoran la sostenibilidad, sino que también pueden incrementar la rentabilidad de los agricultores”.

La economía circular está emergiendo como una solución transformadora para el sector agrícola en América Latina. Al cerrar el ciclo de vida de los productos y optimizar el uso de recursos, esta estrategia promueve la sostenibilidad, la rentabilidad y la estabilidad económica de las comunidades agrícolas.