La generación de energía por biomasa, uno de cuyos mayores recursos es el bagazo de caña de azúcar, llegaría al límite de su producción, por lo que se requerirá ampliar otros cultivos energéticos si se quiere reducir la dependencia de la energía térmica.
Señalada como uno de los dos tipos de energía renovable alternativos respecto a la generación térmica, según datos estadísticos de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica, ENEE, la biomasa representa apenas el 2.1% de la generación eléctrica con un total producido de 142.1 gigavatios, gw, a diciembre de 2010.
El experto en temas energéticos, Salomón Ordóñez, señala que la producción de las plantas de biomasa del país, concentrada principalmente en los ingenios azucareros, es de unos 91 megavatios, mw, con una capacidad instalada de alrededor de 100 mw. “En este momento, ellos -los ingenios- producen un estimado de 91 mw durante la zafra, entre diciembre y mayo de cada año. La energía se produce con biomasa, más barata que la generación térmica, y es de las pocas fuentes renovables generadas en la época de mayor demanda de energía eléctrica, o sea el verano”, comenta Ordóñez.
El experto estima que la energía producida por biomasa es 30 por ciento más barata que la térmica, lo que se traduce en un ahorro que, de acuerdo con ciertos cálculos publicados, ronda los 12 millones de dólares en compra de búnker.
No obstante, dado que por el momento no se están abriendo nuevos ingenios azucareros que se sumen a la generación de electricidad, la energía generada por este medio está llegando a su límite. Ordóñez argumenta que si se incluyen y se desarrollan otros cultivos, el potencial de generación por biomasa crecería considerablemente hasta llegar a los 600 mw. “El potencial se eleva sobre 600 mw porque se pueden utilizar otros cultivos, como el desperdicio de palma africana. Si se quema este desperdicio, es una excelente fuente para generar energía con el mismo principio que el bagazo de caña”, comenta Ordóñez.
Entre otros cultivos alternativos para producir energía se enumeran el eucalipto y una especie de zacate robusto que por sus características resulta una fuente viable de biomasa.
Ahorros
La producción de energía con biomasa también significa ahorro para los ingenios azucareros.
Mario Hernández, que asesora a la empresa Azúcar del Norte, Azunosa, explica que con una tonelada de caña se pueden producir unos 64.5 kilovatios/hora, kw/h, de energía, por lo que con una producción de 850,000 toneladas de caña, que en promedio producen en la temporada de zafra, se podrían generar aproximadamente 54.8 mw de energía.
En términos de economía, Hernández explica que “1 kw/h comprado a la ENEE nos cuesta 0.14 centavos de dólar y 1 kw/h generado por nosotros sólo nos cuesta 0.04 centavos de dólar”, por lo que el ahorro en términos de costo es de alrededor de 70%.
De acuerdo con este asesor, el excedente de la energía que el ingenio no utiliza se vende a la ENEE a unos 6 centavos de dólar por kw/h.
Según Maritza Fasquelle, representante de la Asociación de Productores de Azúcar de Honduras, Apah, los ingenios azucareros llegan a consumir hasta el 55% de la energía que producen, por lo que el 45% restante se vende a la ENEE para distribuirlo en el sistema eléctrico nacional.
Consideraciones ambientales
Cabe señalar que aunque la generación con biomasa implica la quema de desechos, que éstos sean de naturaleza vegetal, es decir, biodegradables, hace que esta forma de producir energía tenga un impacto relativamente menor en el medioambiente, según los expertos.
“Es energía limpia porque lo que se quema es bagazo, o sea un vegetal que no tiene residuos químicos ni tóxicos. Su impacto de contaminación es mínimo”, asegura Ordóñez.
Según las regulaciones vigentes, ningún proyecto de biomasa puede operar sin un permiso ambiental y un contrato con la ENEE. En todo caso, este tipo de energía se plantea como una alternativa para el abaratamiento de la energía eléctrica.
