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El mercado festeja el débil empleo en Estados Unidos

  • 07 septiembre 2014 /

La lenta recuperación del sector laboral aleja un posible aumento de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal.

Nueva York, Estados Unidos.

Para aquellos que esperan que la economía estadounidense esté a la temperatura perfecta, ni muy fría para seguir necesitando el es­tímulo monetario provisto por la Reserva Federal, ni muy calien­te para que el banco central pise bruscamente el freno, las últimas cifras de empleo trajeron algo de alivio.

Cada vez hay más temores de que un robusto informe del mer­cado laboral lleve al banco central a elevar su tasa de referencia tan pronto como en marzo de 2015, en lugar de en junio o septiembre, como pronostica la mayoría de los analistas. Una sólida generación de empleos es positiva para el pú­blico, pero los aumentos de tasas son perjudiciales para las acciones y los bonos.

El Departamento de Trabajo indicó el viernes que en agosto se crearon 142.000 puestos de traba­jo no agrícola, frente a los 225.000 que preveían los economistas. El Promedio Industrial Dow Jones reaccionó con un alza de 67,78 puntos, o 0,4%, y llegó a 17.137,36, quedando a un paso de su récord de 17.138,20 unidades. El S&P 500 subió 10,06 unidades, o 0,5%, y al­canzó un máximo de 2.007,71.

“Me sorprendería mucho si la Fed comenzara a elevar las tasas antes de fines del segundo trimes­tre del próximo año”, señala Pe­ter Jankovskis, codirector de in­versión de OakBrook Investments, que supervisa unos US$2.000 mi­llones. “Para las acciones, proba­blemente sea una buena noticia que las tasas vayan a permane­cer bajas”.

Los rendimientos de los bonos del Tesoro estadounidense subie­ron ligeramente el viernes confor­me los inversionistas trasladaron su dinero a las acciones. De todos modos, los rendimientos siguen extremadamente bajos, lo que su­giere que el mercado de deuda no está muy preocupado por un au­mento de las tasas. El bono a 10 años ofrecía un interés de 2,46% el viernes, muy por debajo del 3% con el que empezó el año.

Mientras más espere la Fed para subir las tasas, explica Janko­vskis, más fuerte estará la econo­mía cuando finalmente ocurra y más fácil será para las empresas y los consumidores afrontar el pe­queño incremento en los costos de endeudamiento. Sus modelos cuantitativos muestran que las ac­ciones de compañías industriales deberían beneficiarse. Los porta­folios que maneja y que están en línea con esos modelos han inver­tido más en ese sector, afirma.

Pocos creen que una leve alza en las tasas de interés ponga fin al mercado alcista a largo plazo, pero a muchos les preocupa que las acciones caigan de forma tem­poral cuando los inversionistas enfrenten la perspectiva de tasas más altas.

Si el crecimiento económico si­gue siendo moderado, las ganancias de las empresas pueden aumentar sin que haya una gran inflación. Eso permitiría a la Fed incrementar las tasas lentamente, lo que calmaría a los inversionistas.

El mercado acogió con bene­plácito el anuncio de la semana pasada del Banco Central Euro­peo sobre una nueva reducción de las tasas de interés y una amplia­ción de su programa de compra de bonos para estimular la economía. El crédito barato en Europa debe­ría beneficiar a las multinaciona­les estadounidenses y los temores sobre la debilidad económica del Viejo Continente constituirían una nueva razón para que la Fed no se apresure en subir sus tasas.

El problema para las acciones es que se han vuelto caras. El ín­dice S&P 500 se negocia a 19 veces las ganancias de sus componentes de los últimos 12 meses, muy por encima del promedio de largo pla­zo de 15,5. Los gestores de dinero no se atreven a trasladar muchas inversiones a la renta variable es­tadounidense y están atentos a acontecimientos negativos como un posible aumento de las tasas de interés o problemas en Ucrania o Medio Oriente.

Morgan Stanley proyectó en un informe el viernes que el S&P 500 avanzará apenas 2,1% en los próxi­mos 12 meses.
Los inversionistas también son renuentes a confiar demasiado en las cifras laborales de agosto, que no estuvieron en línea con la diná­mica generación de empleos de los meses previos.

Los datos de agosto suelen ver­se afectados por las vacaciones y el regreso de trabajadores jóve­nes a clases, y con frecuencia son revisados al alza posteriormente, dicen economistas. Muchos consi­deran que las cifras de septiembre son más importantes.

Barclays aún prevé un alza de las tasas de la Fed en junio. “La tendencia a largo plazo se mantie­ne, que un crecimiento económico moderado seguirá impulsando el mercado laboral”, afirma Michael Gapen, economista sénior para EE.UU. “Si esa tendencia continúa, tal vez la Fed podría empezar an­tes, en marzo”.

La buena noticia para las accio­nes, señala, es que el indicador de inflación preferido de la Fed, basa­do en el consumo, sigue en torno a 1,5%, muy por debajo de su meta de 2%. Mientras continúe en ese nivel, el banco central se demora­ría en subir las tasas, señala.

Allen Sinai, economista jefe global de Decision Economics Inc., sostiene que la economía estado­unidense pisa terreno más firme que lo que sugiere el informe de empleo y que aún es probable que la Fed eleve las tasas en marzo. Agrega que la economía comen­zó a despegar a fines del año pa­sado, lo que significa que puede crecer con menos ayuda del ban­co central.

No obstante, debido a que la in­flación permanece moderada, Sinai también augura un mercado bursá­til fuerte por mucho tiempo.
En momentos en que los pre­cios de las acciones se encuentran a niveles altos en relación a las ga­nancias, la pregunta es cuánto du­rará el efecto de la mejora de las utilidades y los indicadores eco­nómicos antes de que la bolsa em­piece a retroceder.