Dinero & negocios
Washington, Estados Unidos
La inclusión financiera se ha convertido en un desafío crítico para el desarrollo y es un tema candente entre los responsables de formular políticas, los profesionales del desarrollo y el sector privado.
En 2011, el Grupo Banco Mundial puso en marcha Global Findex, una base de datos que realiza el seguimiento de los esfuerzos de inclusión financiera en todo el mundo. Su tercera edición acaba de aparecer en abril pasado.
Al mismo tiempo, como parte de sus esfuerzos por mejorar la estabilidad del sector financiero, desarrollar un sector privado próspero y crear empleos, el Grupo Banco Mundial se dio cuenta de que demasiadas personas carecían de acceso a una cuenta financiera que las ayudara a participar en la economía.
Los datos del Findex 2011 mostraron que 2,500 millones de adultos no estaban bancarizados y cerca de 200 millones de microempresas a medianas empresas de las economías en desarrollo carecían de acceso a servicios financieros y créditos asequibles.
Es por eso que en 2013 anunció una visión global para el acceso financiero y puso en marcha el Acceso Financiero Universal para 2020 (UFA2020) para permitir que los adultos de todo el mundo obtengan acceso a una cuenta de transacciones. Desde entonces, más de 30 asociados de todo el sector financiero se han unido para ayudar a alcanzar este objetivo.
Se ha avanzado mucho en los últimos años en pos de ampliar el acceso financiero y la cantidad de adultos no bancarizados ha disminuido a 1,700 millones, según los últimos datos del Findex.
Es decir que 1,200 millones de personas han obtenido acceso a una cuenta financiera desde 2011, incluidos más de 500 millones de personas en los últimos tres años, según el Banco Mundial.
El número de personas no bancarizadas continúa disminuyendo, incluso cuando aumenta la población.
Las brechas
Extender el acceso a los servicios financieros a segmentos de población que son más difíciles de alcanzar, como las mujeres, los pobres y aquellos que viven en zonas rurales. Según los últimos datos Findex, casi la mitad de las personas no bancarizadas son mujeres, viven en hogares pobres o están fuera de la fuerza laboral.
La inclusión financiera se traduce en muchos otros beneficios potenciales de desarrollo para los países
Los Impulsores de acceso e inclusión
1. Los rápidos cambios e innovaciones en la tecnología, especialmente la expansión de los teléfonos celulares, han impulsado el acceso y la inclusión. La industria del dinero móvil procesa 1,000 millones de dólares por día a través de 276 implementaciones de dinero móvil en 90 países, según GSMA.
2. Los teléfonos móviles y otros puntos de acceso han llevado los servicios financieros a las personas en lugar de demandar que las personas viajen largas distancias hasta los bancos reales de ladrillo y cemento. Esta innovación y “movilidad” de los servicios financieros ha sido clave.
3. Las empresas tecnológico-financieras (o fintech) están revolucionando el sector financiero, haciendo que sea más fácil ampliar el acceso. Por ejemplo, las superplataformas como Ali Baba/Ant Financial, están expandiendo el acceso a través de los mercados de Internet o las redes sociales.
Washington
La inclusión financiera se ha convertido en un desafío crítico para el desarrollo y es un tema candente entre los responsables de formular políticas, los profesionales del desarrollo y el sector privado.
En 2011, el Grupo Banco Mundial puso en marcha Global Findex, una base de datos que realiza el seguimiento de los esfuerzos de inclusión financiera en todo el mundo. Su tercera edición acaba de aparecer en abril pasado.
Al mismo tiempo, como parte de sus esfuerzos por mejorar la estabilidad del sector financiero, desarrollar un sector privado próspero y crear empleos, el Grupo Banco Mundial se dio cuenta de que demasiadas personas carecían de acceso a una cuenta financiera que las ayudara a participar en la economía.
Los datos del Findex 2011 mostraron que 2,500 millones de adultos no estaban bancarizados y cerca de 200 millones de microempresas a medianas empresas de las economías en desarrollo carecían de acceso a servicios financieros y créditos asequibles.
Es por eso que en 2013 anunció una visión global para el acceso financiero y puso en marcha el Acceso Financiero Universal para 2020 (UFA2020) para permitir que los adultos de todo el mundo obtengan acceso a una cuenta de transacciones. Desde entonces, más de 30 asociados de todo el sector financiero se han unido para ayudar a alcanzar este objetivo.
Se ha avanzado mucho en los últimos años en pos de ampliar el acceso financiero y la cantidad de adultos no bancarizados ha disminuido a 1,700 millones, según los últimos datos del Findex.
Es decir que 1,200 millones de personas han obtenido acceso a una cuenta financiera desde 2011, incluidos más de 500 millones de personas en los últimos tres años, según el Banco Mundial.
El número de personas no bancarizadas continúa disminuyendo, incluso cuando aumenta la población.
Las brechas
Extender el acceso a los servicios financieros a segmentos de población que son más difíciles de alcanzar, como las mujeres, los pobres y aquellos que viven en zonas rurales. Según los últimos datos Findex, casi la mitad de las personas no bancarizadas son mujeres, viven en hogares pobres o están fuera de la fuerza laboral.
La inclusión financiera se traduce en muchos otros beneficios potenciales de desarrollo para los países