San Pedro Sula. No es Estados Unidos, ni España, sino Rusia el que entró en recesión económica, según el Fondo Monetario Internacional (FMI). No obstante, las consecuencias negativas no calarán en los países latinoamericanos, aseguran expertos.
La crisis con Ucrania golpea la economía rusa por la fuga de capitales. El organismo internacional plantea que podría ascender a $100 mil millones al cierre de este año, mientras la proyección del Gobierno se reduce a $70 mil millones.
“Si definimos la recesión por dos trimestres consecutivos de crecimiento negativo, entonces Rusia está experimentando una recesión”, dijo Antonio Spilimbergo, economista del FMI, citado por la agencia rusa Interfax.
El producto interno bruto (PIB) de ese país se contrajo 0.5% en el primer trimestre de este año respecto del trimestre anterior. Dentro de ese contexto, el FMI ha recortado drásticamente la previsión de crecimiento económico a 0.2% en 2014, frente a 1.3% en su estimación anterior.
Las rectificaciones se deben a “las dificultades actuales y al significativo nivel de incertidumbre relacionado con las tensiones geopolíticas y las sanciones” de los países occidentales contra Rusia, explicó Spilimbergo, según la traducción al ruso de sus declaraciones publicadas por Interfax.
“Todo esto impacta de manera muy negativa en el clima de inversiones. Estimamos que la caída registrada en diciembre se incrementará este año”, agregó.
América Latina
Para Carlos Urbizo, analista económico, de momento no se ven efectos negativos considerables en la región latinoamericana.
“Consecuencias de forma directa (...), muy poco, tal vez limitada a los países que tienen algún comercio con Rusia o que Rusia financia. Indirectamente dependerá de cuán profunda es esa recesión y qué represalias tome Rusia contra Europa que reboten en Estados Unidos y de Estados Unidos a América Latina”, expone.
El experto considera que Rusia es “virtualmente, un país tercermundista” por poseer recursos naturales valiosos como el petróleo, el oro, el cromo, entre otros. Además, por el arsenal nuclear.
“Las relaciones no son tan significativas (...); tal vez por venta de armas, aviones y algunas materias primas o granos como el trigo, pero estas partidas no las afectaría la recesión.
En el extremo de los casos podría significar menos dinero o presupuesto para otorgar préstamos o donaciones a sus socios socialistas de Sudamérica”.