El tema de la carga tributaria en Honduras volvió a generar polémica tras el anuncio del cierre indefinido de la panificadora Bambino a partir del próximo 30 de noviembre.
Los propietarios de la empresa alegan que los impuestos, el alto costoo de la energía, la burocracia, la corrupción y la inseguridad son solo algunos de los problemas que obstaculizan la inversión.
Hablando a nombre de panificadora, Jimmy Dacareth dijo que la decisión de cerrar la empresa se debe a los altos costos de producción derivados de las cargas tributarias, el alza a la energía y el hostigamiento de la administración tributaria.
Autoridades le responden
Sin embargo, las autoridades tributarias afirman que ninguna empresa cierra por impuestos. “Es totalmente falso que el señor (Jimmy Dacareth) haya cerrado operaciones por razones de impuestos”, declaró Miriam Guzmán, directora del Servicio de Administración de Rentas (SAR).
Según Guzmán, Bambino no pagó impuestos entre 2011 y 2015. Al respecto, Dacareth dijo que prefería no referirse al tema, ya que el cierre de su empresa lo tiene en una situación emocional difícil.
“Me daré un tiempo para ordenar mis ideas, no es fácil la situación y prefiero no referirme”, comentó.
Insisten en que impuestos afectan
Rafael Medina, director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), reiteró que el cobro del 1.5% está afectando a las empresas.
Silvio Larios, gerente de la Cámara de la Construcción (Chico), dijo que “muchos de los cierres se deben a esa gran carga fiscal, a esa excesiva presión... cuando la gente se refiere a terrorismo fiscal, créalo, es cierto”.
El Instituto Centroamericano de Estudios Fiscales (Icefi) presentó ayer un informe sobre los factores críticos para hacer negocios. Este coincide en que la burocracia, la corrupción, las cargas tributarias y la inseguridad son los principales problemas que desmotivan la inversión.