Productores, tostadores, exportadores y Gobierno continúan con el “estira y encoge” sobre si hay o no desabastecimiento, mientras que los especuladores ya han hecho de las suyas incrementando el precio del café y sacrificando el bolsillo del pueblo.
A inicios de este año, el Consejo Nacional del Café, Conacafé, y el Instituto Hondureño del Café, Ihcafe, dieron a conocer un “pacto de caballeros” para que se destinara un volumen de 211,600 quintales para el consumo local y se fijó el precio de la materia prima a 1,925 lempiras por quintal, que posteriormente incrementó a 2,025 lempiras empujado por el precio internacional.
No obstante, debido a que el precio del café aumentó en el mercado internacional, la Asociación de Exportadores de Café de Honduras, Adehcafé, y cuatro gremiales de productores más solicitaron un análisis de esos acuerdos y concluyeron que los mismos contravienen lo dispuesto en el decreto legislativo número 357-2005 de la Ley para la Defensa y Promoción de la Competencia.
Posturas
“Conociendo esos resultados nuestra Asociación (de exportadores) votó en contra de continuar con las reformas de estos acuerdos, pero sostuvimos un compromiso de no mantener desabastecimiento para los tostadores”, aseguró el empresario Emilio Medina.
Medina culpa a las autoridades de querer proteger a un solo tostador haciendo creer que hay desabastecimiento y por tanto regular los precios del mercado.
“Ellos querían proteger a una casa exportadora. Hay un tostador que no compró porque no quiso, porque pensó que el mercado iba a bajar; al ver el tostador que estaba desabastecido se abocó al Ihcafe a decirles que implementara fijación de cuotas y de precio para que le permitieran agenciarse de materia prima barata, en vista que los precios en el mercado internacional se han incrementado”, explicó Medina.
Por su parte, Miguel Pon, gerente general de Adecafeh, sostuvo que “especular sobre desabastecimiento no es nada nuevo, esto ya ocurrió en el pasado para justificar la implementación de mecanismos de fijación de precios y repartición del mercado o asignación de cuotas para beneficiar a unos pocos y no al consumidor, como se pretende hacer creer a la opinión pública”.
Los exportadores también reclaman al Gobierno por “amenazarlos” con no renovarles la licencia si no se cumplían esos pactos.
Gobierno
Por el lado del Gobierno, el viceministro de la Secretaría de Industria y Comercio, SIC, Juan José Cruz, señala a los exportadores de querer lucrarse con los precios del café sin pensar en los productores y consumidores, que ya están pagando 9 lempiras más por la bolsa de café.
“Queremos que los miembros de la cadena de valor puedan desprenderse un poco (de sus ganancias). Sabemos que están haciendo un bonito negocio a nivel internacional, pero no hay que olvidar que hay necesidad de abastecer el mercado local con buenos precios”, indicó el funcionario.
Cruz sostuvo además que para lograr definir un precio se le ha pedido a los exportadores y tostadores verificar si verdaderamente están pagando buen precio al productor por la venta del café, ya que se ha puesto la excusa de que ellos son los que están cobrando más por el quintal de café.
Tostadores
La postura de los tostadores de café es diferente. Andrés Kafati, secretario de la Asociación de Tostadores de Café, Toscafeh, sostiene que si hay o no desabastecimiento dependerá de cada empresa tostadora.
“Si hubiera o no desabastecimiento esto dependería de cada una de las empresas tostadoras, si tuviera o no inventario para completar el año en cuanto a la materia prima. Habría que ir empresa por empresa para ver si tienen o no el inventario necesario para terminar”.
Sobre la regulación de precios, Kafati opinó que “sí se ha querido imponer, pero no es legal, no estamos bajo un control de precios sino bajo un mercado libre, en un Estado de Derecho”, enfatizó.