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Wilson Palacios cerca de vestirse de azulgrana

  • 24 junio 2010 /

“Candidato a suplir a Touré, convenció frente a España. Gran despliegue físico del hondureño que recuperó 16 balones y peleó contra todos”, dice el diario El Mundo Deportivo sobre Wilson Palacios.

    La gran actuación en los dos partidos que ha tenido Honduras en el Mundial de Sudáfrica y su gran campaña desarrollada con el Tottenham en la Liga Premier de Inglaterra ha hecho que los ojos del Barcelona sigan centrados en el volante de contención hondureño Wilson Palacios.

    Con Touré, ya prácticamente haciendo las maletas, lógico es que los técnicos del FC Barcelona no quiten ojo a aquellos futbolistas que juegan en una posición similar al costamarfileño. Entre ellos hay uno al que el lunes se le pudo hacer un seguimiento especial gracias a que se enfrentó a la selección española en el Mundial de Sudáfrica.

    Se trata del “Mago”, un jugador del que la secretaría técnica culé tiene inmejorables informes y que hace tiempo que está en la agenda, especialmente después de que este pasado invierno el Tottenham desembolsara 21 millones de dólares para ficharlo del Wigan, convirtiéndolo en el futbolista centroamericano más caro de la historia.

    Con 25 años y 1.83 metros de altura, el Mago o Bob Esponja, como lo conocen en su país, Honduras, ha protagonizado un gran final de temporada con los “spurs” y su excelente estado de forma se ha trasladado al campeonato del mundo.

    Pese a que su combinado nacional ha perdido los dos encuentros que ha disputado, 1-0 contra Chile y 2-0 frente a España, su andadura está siendo muy digna, hasta el punto que todavía tiene opciones de pasar ronda si vence en la última jornada con autoridad a Suiza y España cae con Chile.

    Esta buena imagen la ha dado gracias en parte a la buena actuación de este mediocentro al que la prensa hondureña elogiaba pese a la derrota.

    Palacios, que tiene a otros dos hermanos en la selección, Johnny y Jerry, dio 32 pases buenos y sólo dos malos, además de recuperar 16 balones y únicamente perder otros dos. Eso pese a que la papeleta que le tocó hacer era complicada ante un equipo español que mueve el balón como nadie.

    Disciplinado tácticamente, se le vio contundente en el corte de balón, seguro en el pase corto y poco temeroso a realizar alguna incorporación al ataque, de ese tipo de arranques que Touré suele hacer. No cedió un metro cuando le tocó vérselas con Busquets, fue duro en un par de entradas a Ramos y Navas e intentó tapar a Xavi. Cumplió con creces.

    Con una dramática historia a sus espaldas, estuvo a punto de dejar el fútbol tras el asesinato de su hermano menor Edwin, que fue secuestrado en su casa cuando tenía 14 años y que apareció muerto tras 19 meses de cautiverio, Wilson es de esos jugadores curtidos capaces de adaptarse al Barça.