La tecnología de la Fifa llamada 'Ojo de Halcón' determinó que la pelota entró en su totalidad en el segundo gol que la Selección de Honduras recibió ante Francia.
La anotación fue la segunda para Karim Benzema quien al final del primer tiempo puso arriba a los galos con un penal.
El segundo gol está lleno de polémica pues algunos aficionados dicen que el balón no entró en su totalidad en el marco defendido por el capitán de Honduras, Noel Valladares.
El técnico hondureño, Luis Fernando Suárez, entró en descontento por la decisión de la Fifa y hasta tuvo una discusión por el entrenador francés Didier Deschamps.
Los doce estadios del Mundial-2014 en Brasil están equipados con el sistema de vídeo Goal-Control 4-D, que permite saber casi en tiempo real si un balón ha traspasado o no la línea de gol.
El sistema, concebido por la firma alemana GoalControl GmbH, funciona con 14 cámaras de alta velocidad, siete enfocando a cada una de las porterías.
El dispositivo, completamente automático, funciona sin necesidad de técnicos y los árbitros son los únicos que reciben la señal.
'La posición del balón queda captada en 3D de forma continua y automática y, en caso de que se haya marcado gol, los colegiados del encuentro obtienen en su reloj inmediatamente (en menos de un segundo) la señal que lo confirma', explicó la FIFA.
El organismo rector del fútbol mundial destaca también que, al ser una señal inmediata, no perturba el buen desarrollo del juego, aunque eso no evitó que tras el gol de Benzema se produjesen algunas protestas del banquillo hondureño.
El dispositivo ha sido probado en varias situaciones y sobre todo en condiciones reales en los mundiales de clubes de 2012 y 2013, así como en la Copa Confederaciones del pasado año en Brasil, aunque nunca hasta ahora se había producido una jugada dudosa, al menos en un gran torneo internacional.
Reacción de Suárez
El problema llegó porque en las pantallas del estadio (y por televisión) se vio primero la acción inmediata después a que el balón impactó en el palo, en la que claramente el balón no entró.
'En la primera decisión de la máquina no fue gol, la segunda decisión fue gol. No sé con cuál quedarme, cuál es la verdad', lamentó el seleccionador de Honduras Luis Suárez.
No obstante, el técnico aceptó el veredicto de la tecnología y evitó polemizar más tras la contundente derrota.
Su homólogo francés, Didier Deschamps, dijo comprender el enfado del banquillo centroamericano por la confusión inicial, aunque destacó que la tecnología 'es algo muy bueno'.
'El gol es válido, el árbitro ha recibido la señal, pero el problema ha sido que en la pantalla (del estadio) primero no se ha enseñado la acción correcta', precisó.
- Evitar el error de Sudáfrica-2010 -
La FIFA aprobó el uso de la tecnología para evitar situaciones como las ocurridas en el pasado, como el famoso gol 'fantasma' del inglés Geoffrey Hurst en la final del Mundial-1966 que facilitó el triunfo de Inglaterra sobre la Alemania Federal o el más reciente de Franck Lampard.
En Sudáfrica-2010, con los mismos países protagonistas, al jugador del Chelsea el árbitro le denegó un gol en un lanzamiento lejano en el que la pelota entró claramente.
Esa jugada, en la que los ingleses resultaron perjudicados, fue el detonante que llevó a los rectores del fútbol mundial, siempre reticentes al uso de la tecnología, y sobre todo al presidente de la FIFA Joseph Blatter, a estudiar métodos de ayuda a los árbitros.
En 2012, en una entrevista a la AFP, Blatter declaró: 'Para el próximo Mundial, no puede ocurrir lo mismo, sino me tendré que esconder, marcharme'.
En declaraciones a la web del organismo rector del fútbol, el jefe del Departamento de Arbitraje de la FIFA, el suizo Massimo Busacca, destacó recientemente que 'la detección automática de goles será una ayuda muy importante'.
El responsable arbitral recordó, no obstante, que el sistema 'está para ver si ha sido gol o no, no para otras situaciones' polémicas como fueras de juego, penales o agresiones de los jugadores.
En las pantallas del estadio pasaron la repetición del autogol de Valladare.