Paraguay, que intentará ampliar su historia el próximo sábado en el duelo de Johannesburgo contra España, ha aprovechado los principios proclamados por su técnico, el argentino Gerardo Martino, que decidió llevar adelante la actitud conservadora de un equipo que nunca había superado los octavos de final.
El preparador de Rosario, de 47 años y con experiencia en el fútbol español, cuando como jugador militó en el Tenerife en 1991, ha sido determinante en el crecimiento de la Albirroja.
Asumió primero una importante renovación y alteró su fisonomía. El resultado fue convertir a Paraguay en uno de los equipos más fuertes de Sudamérica. Martino ha sido ya el artífice del histórico trasvase a cuartos del Mundial.
Quien ha liderado al equipo que ha terminado con el maleficio de los octavos, su techo mundialista. La táctica y el orden son sus principios. Y eso ha hecho a Paraguay un conjunto complicado de batir.
El cuadro guaraní ha alcanzado los cuartos de final con sólo un partido ganado, contra Eslovaquia por 2-0, y tres empatados. Sin embargo, sólo ha encajado un tanto a lo largo del torneo, el de Italia en la primera jornada, con la que empató a un gol. F
rente a Nueva Zelanda y Japón, el marcador fue de igualdad sin tantos. Martino prefiere el riesgo. Con tres delanteros, resguardados por tres centrocampistas y cuatro defensas.
Sin embargo, el potencial que advierte España puede hacer que el seleccionador de Paraguay replantee la situación; ya alteró el sistema en el partido del debut en Ciudad del Cabo frente a Italia.
Martino puede renunciar a un atacante contra España, a la que respeta profundamente por su potencial. Igual que contra Italia. Sin embargo, ha dosificado a sus futbolistas de ataque y las posibilidades frente al conjunto de Vicente del Bosque son amplias.
No tiene dudas el preparador argentino en la zaga. Carlos Bonet, Antolín Alcaraz, Paulo da Silva y Claudio Morel.